Definitivamente, hoy no está el horno para bollos.
La situación de una persona en el paro es difícil de explicar a una persona que no está metida en este berenjenal.
Por lo menos, en el trabajo, aunque vayan mal las cosas, se trata de una situación colectiva y siempre hay alguna persona al lado para poder compartir.
En el paro, cada uno de nosotros, estamos solos.
Eso sin contar, que como por arte de magia, las personas que normalmente llamaban, escribían o estaban a tu lado, desaparecen, como en la película de "los lunes al sol".
Será porque creen que les vas a pedir algo, aunque muchas veces es porque no saben que decir. Como cuando te encuentras a tu amigo que acaba de enviudar y le rehuyes porque darle el pésame o "acompañarle en el sentimiento" se te hace muy cuesta arriba.
A veces pienso, que cuando cambie la tortilla de mi situación, afearé todas esas conductas de las personas que me han dejado de lado y en la estacada. Me parece que no vale la pena, ni siquiera molestarse en tenerlo en cuenta.
Hay un estudio que dice que los días mas productivos de la semana son el miércoles y el jueves. Los lunes la gente tiene que contar las batallitas del fin de semana. Los martes analizas el trabajo que tienes acumulado, los miércoles y jueves trabajas y el viernes haces lo imprescindible antes de que llegue el finde.
Eso es válido para las consultorías de empleo, que raramente llaman un lunes o un viernes.
Una "adivina" de esas muy espabiladas que sale por la tele, decía que los miércoles había que poner una vela naranja para atraer el trabajo.
Y es que cuando hay una crisis, siempre hay gente que busca la oportunidad, aunque no sea de una forma muy legal. Adivinos, magos, santeros y demás ralea están haciendo su agosto en estos tiempos tan difíciles.
Bueno, voy a ver si me doy un paseo, porque definitivamente, hoy no está el horno para bollos y tengo la cabeza muy espesa.
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