sábado, 3 de noviembre de 2012

MEMORIAS DE UN PARADO LXXIV -Halloween-

Con este fin de semana tan largo, solo hemos quedado en el piso, Jorge, un abulense internacional y yo, un catalán internacional.

Ayer debía de haber buen ambiente en Zamora, porque Jorge se iba a una fiesta de Halloween y lo cierto es que se lo curró, aunque ayudado por un amigo, eso sí.

Con un poco de masa de pan y mermelada se hicieron una máscara con heridas. No quedó mal, que son estudiantes y no tienen recursos. Además como utilizaron productos naturales, las niñas pensarían que se podían comer.

Buenos chicos, además porque me preguntaron si me molestaban y que no tocara nada que ellos lo iban a limpiar todo.

Hoy les tocará, aunque no se en que condiciones regresarían y si hoy tendrían lo que los sudamericanos llaman "la cruda", osea una resaca de campeonato. No regresaron muy tarde y además regresaron que ya es importante, por lo que muy perjudicados no debían de estar.

La que lo hace bien, que te quedas alucinado con sus caracterizaciones es mi nuera Marta, además de hacer unas figuras modeladas preciosas.

Esta mañana me llamaron unos amigos de Madrid que venían de turistas en un autocar. Hemos visitado todo el casco histórico, con guía megáfono para que los mayores se enteraran bien. He hecho muchas fotos, que ya colgué en Facebook.

Curioso esta


Es de la Iglesia de La Madalena y dicen que en este arco hay escondida la figura en relieve de un Obispo.
El que lo encuentra vuelve a Zamora.
En esta foto se ve, por lo que si lo encontrais, aquí os esperaré para invitaros a un café o un vino, que la economía de un parado no da para mucho mas.

También es muy curiosa la bandera zamorana, que parece que ni pintada. 8 veces roja y una verde. Parece ser que eran las cintas que iba poniendo Viriato en su lanza, por las batallas que ganaba,  hasta que los Romanos le pararon los pies y lo dejaron como al gallo de Morón (sin plumas y cacareando).

Esta tarde como juega el Barça a las 6 de la tarde habrá que ir a verlo donde Fausto, aunque después de la visita turística y estar todo el día pateando, igual me entra la ñoña después de comer.

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