sábado, 11 de mayo de 2013

MEMORIAS DE UN PARADO CLXXVII - Cava y Catedral -

Hoy hace un sol radiante en Zamora, aunque hace fresquito, que estamos en tierras leonesas, porque eso de decir Castilla aquí está mal visto, puesto que esto forma parte del Reino de León. Claro que sí, ya de puestos,  pues "Independencia para el Reino de León" y "El Reino de León is not Spain".

Y como el sentido del humor no puede faltar, esto que encontre por Facebook me hizo mucha gracia.


Resulta que unos amigos, catalanes, me han pedido que les envíe un espumoso de esos con los que quieren conquistar el mercado, algunas bodegas de aquí,  haciendo la campaña "compra español y no compres catalán", ya que quieren incluir una alternativa en su catálogo de exportación.

Bueno, pues resulta que en Zamora no hay, pero lo que hay, al parecer del comerciante de la bodega y tienda de licores, es caro, malo y una auténtica porquería. Eso que he recorrido unas cuantas tiendas, pues el resultado ha sido el mismo.

Porque, claro, una cosa es intentar hacer negocio tirando toda la porquería al vecino de al lado, como hacen los anticatalanistas y otra muy distinta es ofrecer un producto de calidad, a un buen precio y al gusto del mercado y el consumidor. Sobre todo cuando no existe una tradición y se trata de imponerla a golpe de "nacionalismo español", que también lo hay y muy necio en sus argumentos.

Bueno, políticas aparte, esta mañana, como tengo que hacer con Blanquita, la "ruta del colesterol", pues hemos ido hasta la Catedral, que medido desde la puerta de mi casa con GPS hay 2,600 Km. Osea una pequeña tirada, que hay que hacer después de desayunar, porque hay que pensar que la misma distancia también es de vuelta.

La Catedral siempre está cerrada, con excepción del horario de misa que tienen a un tío vigilando para que la gente llegue, vaya a misa y salga sin distraerse un momento.

Si quieres verla, pues como en Tarragona, vía Museo, previo pago de la entrada, que es cara. Si te parece bien y si no también. O pagas la entrada o no entras.

Bueno, pues hoy había una Boda y como el Sr. Cura o el Sr. Obispo, andaban de "business", pues se dejaron las puertas abiertas y nos colamos a ver La Catedral. Nosotros y unos cuantos turistas mas que no querían pagar la entrada. Igual lo que he hecho es pecado, pero como el Sr. Cura se resarcirá con lo que le soltaran los contrayentes, pues no le debe de importar mucho que yo no haya pagado la entrada.

La boda era en el Altar Mayor, no llegaban a 30 personas entre los novios (mayorcitos) y los invitados, por lo que una vez mas hay que pensar que el dinero no da la felicidad, puesto que tendrían "parné" para poder pagar la misa en La Catedral y alquilar un coche de lujo, pero les faltaba lo mas importante que era la familia y los amigos. No había niños dando guerra, ni el típico familiar en tejanos, ni el típico que a esa hora ya va un poco "cocido".

Con la tontería, llegamos a las tantas a casa, pero ahora nos vamos a ir a dar otro paseo.



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