MEMORIAS DE UN PARADO CCXX - Hogar -

Hoy hace mucho calor, aunque se están formando nubes que, hoy por fin, amenazan tormenta.

Algo debe de haber en el ambiente, porque después de comer, me he quedado frito en el sofá, en casa de mis padres. Entre el bochorno y que realmente no paro en todo el día, es como una terapia psicológica de las mejores. Tener ocupado el cuerpo y el alma.

Los últimos días en Zamora, así como los últimos días en Calafell, fueron difíciles. Un poco porque la vida de un parado es así. Se van poniendo ilusiones en salir del verdadero atolladero en el que estamos metidos y unas veces se ve la luz al final del túnel y otras se cierran todas las puertas y la luz se apaga.

Ahora estoy en otra cosa. Por lo menos de esta casa, mis padres no me van a desahuciar, ni tengo que pagar alquiler ni gastos, por lo que puedo confiar en iniciar algo nuevo.

A cambio, pues cuido a mis padres, aguanto las manías que tienen las personas mayores, no hablo de política, porque eso está prohibido ya que la gente es muy visceral e intento pasar el día entre solucionar cosas, escribir y seguir con mi proyecto en CGI 

Esta mañana he estado hablando con D. Julio Gallo, el enólogo de la bodega del pueblo. Toda una eminencia en temas de vino, con unas cuantas medallas de oro en sus caldos, que hace vino de selección.

Bueno, pues alguien mas que tiene mi "curriculum" con el fin de poder ofrecerle mis servicios.

Lo del Huerto es otra de las cosas que tengo que hacer, porque aquí lo de "azada mecánica" o algo que se le parezca, no deben saber ni que existe, por lo que el hombre se me ha presentado con una azada, donde era él el que ponía la parte mecánica. Le he dicho que para hacerlo a mano ya lo hacía yo, que no se me caen los anillos por ello.

Me dice Blanquita, parodiando a mi suegro: "pues hazlo tú". "ya, es que está duro". "¿que está duro?. También el jamón está duro y lo comeis que jodeis". Era una de las frases famosas de mi suegro, para despabilarte de la vagancia que, sobre todo en verano, nos daba a la hora de ayudarle a trabajar.

Yo iba con mi suegro a todas partes y lo que mas me gustaba de él era que nunca pasaba nadie por delante de la familia. Para él era: "primero la familia, segundo la familia, tercero la familia y si quedaba algo, también la familia". Pocas personas son así, porque muchas veces tendemos a dar prioridad a alguien al que consideramos muy amigo, pero que en definitiva solo busca la manera de aprovecharse, ya que cuando las cosas vienen mal dadas, desaparecen como si fuera un encantorio.

Los parados sabemos mucho de eerdso, que se pasan días y días sin que el teléfono suene para nada y mucho menos por parte de aquellos que, mientras podían obtener algo, decían que eran nuestros amigos.

Otra de las frases famosas, que recuerdo de mi suegro y que después de muchos años todavía sigue en mi memoria, era cuando mis hijos eran pequeños, junto con su tío y luego vinieron los nietos y todos daban guerra, como chiquillos que eran, en el pueblo.

Decía: " a esos los pillo y les doy una templa, que ni la de Simon Templar".

Una templa, en los pueblos, era esos azotes que se daban a los niños y Simon Templar era el protagonista de la serie "El Santo" que protagonizó Roger Moore. Se trataba de un juego de palabras de esas que se usaban en la época, en las zonas rurales españolas y que tenían mucha gracia, por lo menos a mí me la hacía.

En fin, que no puedo hablar de política. Aquí son viscerales. O eres de los míos o estás contra mí. De eso va la cosa. Pero que son de los que se enfadan, de los que no cenan, de los que se levantan de la reunión y se van. Mientras los políticos de verdad, se ríen de nosotros.