viernes, 12 de julio de 2013

MEMORIAS DE UN PARADO CCXXI - Repsol -

Esta mañana sigue haciendo un calor sofocante en Salamanca, aunque ayer por la noche cayó una tormenta, que no duró mucho, ni refrescó el ambiente. A ver si ahora que hace un poco de aire hace que por la tarde se esté mas fresco. En estos momentos el suelo arde y salir a la calle es una heroicidad.

He perdido las viseras y no las encuentro. No se donde las he dejado si en la casa de arriba o en la de abajo, pero por mas que las busco no las encuentro.

Entre las cosas que estoy solucionando está una llave del gas de casa de mi madre, que se ha vuelto sin fin, porque gira y gira, sin tope. Menos mal que se encuentra en el patio y se minimiza el peligro.

Llamo a Repsol, porque se trata de una caldera de gas de depósito, después de buscar el equivalente al 902, ya que los parados miramos hasta el último céntimo y a los 10 minutos me llaman los instaladores de la provincia que son de Ciudad Rodrigo.

Quedamos para ayer a las 10,30 de la mañana, pero como no se si estos van también con la hora zamorana, que consiste en llegar una hora tarde y ni pedir disculpas, pues les di un margen.

Como vi que no se presentaban, les llamo y me dicen que ni siquiera tenían pensado venir (eso es mas grave que la hora zamorana), me pide disculpas y me dice que, por favor, esperara a mañana que tenían que ir a Saucelle y a Lumbrales. Yo como soy benevolente y entiendo lo que son los costes empresariales, accedo.

Me dijo la chica que me llamarían antes de llegar los técnicos, puesto que no sabían a que pueblo irían antes.

Cuando me llaman estoy comunicando, por lo que automáticamente les devuelvo la llamada. Me dicen que están liados y que en un par de horas llegarían al pueblo (eso correspondía con la 1 de la tarde).

A la 1 y media les llamo y me dicen que ya han estado en casa, que ya han cambiado la llave y que ya está todo arreglado. "Perdone, pero yo no me he movido de casa y Vds, no han estado aquí, que yo se quien entra y sale de mi casa".

Al final, después de discutir con él me dice que ahora viene y que le tengo que pagar, que si no no viene. Además lo dice de malos modos, porque le había metido bronca.

LLamo a la casa y la señorita me dice que su jefa, que no estaría hasta el lunes, había dejado orden de que la llave tenían que cobrarla. Claro, los empleados, por miedo a su jefa, tal y como están los trabajos, pues temerosos de lo que pudiera pasar.

Ya enfadado como una mona, les digo: "bueno, pues ahora llamo a Repsol y les digo que mejor que explote todo y que Vds. no me lo han querido arreglar, porque no teníamos dinero en casa, en un pueblo que no hay bancos ni cajeros.".

"No se enfade, por favor, es que tenemos órdenes, patatin y patatan y si me paga ahora, pues se ahorra el IVA, que al precio que está pues es un dinerito, ya que en caso contrario, le tengo que hacer factura y me juego mi puesto de trabajo".

LLega por fin el técnico, se va al contador para cortar el gas y la madre de todos los avisperos, se lo impide, aún que les tiró espuma de esa que usan para ver si hay escape de gas.

Al final consiguió cambiar la llave, revisó la caldera, mi madre después de preguntar todo le pagó 55 euros y le pidió factura. El lunes me tocará ir al seguro a rematar la jugada.

Y los de Iberdrola, llamaron que el lunes están allí quitando los cables que pasan por medio de mi ventana.

El resto de la vida, transcurre plácidamente, menos por el huerto, que tengo que cavarlo y me dicen que una vez haya removido la tierra, que le tire veneno para que no crezcan las hierbas.

Les digo: "pero si quiero hacer agricultura ecológica eso no puedo hacerlo" y me miran raro, porque la gente de aquí, vivan aquí o se marcharan a trabajar a la Naval, Astilleros o Catalunya, no han olvidado que la única agricultura que se daba en estas tierras, era la de subsistencia. Por eso emigraron.

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