sábado, 24 de agosto de 2013

MEMORIAS DE UN PARADO CCLII - Zafarrancho -

Esta mañana se estaba fenomenal en la cama, con la ventana abierta y ese fresquito que acompaña a acurrucarse entre las sábanas, pero como no tengo compañía, que siempre es de agradecer, pues a levantarse y hacer algo de provecho. Ahora aprieta el sol, no tanto como ayer, aunque debe de ser la sensación de calor (o de frío como dice Picazo) puesto que hace una brisa que permite que esto no sea tan agobiante.

Pues a internet, atender los correos, hacer las llamadas de rigor y después la colada, limpiar en profundidad cristales, puertas, baños, fregar, limpiar el polvo de las habitaciones, los muebles y los cuadros y buscar entre las cajas de Zamora que todavía quedan por abrir, algo de utensilios de cocina, por lo menos para poder hacerme unos macarrones.

Tengo una placa de inducción y eso ya es muy complicado para mí, porque los cacharros tienen que ser especiales y no valen todos. No se ve el fuego porque solo está debajo del cacharro y hace un "Uuuuuu" como si se tratara de la sala de comando de la nave nodriza.

Investigando en la cueva de Diogenes, he visto que hay una barbacoa. Cutre, pero barbacoa al fin y al cabo, también hay carbón y si busco encontraré las pastillas de encender. Unas buenas sardinas no estaría mal, pero antes tendré que mirar por internet como se hace eso, ya que nunca he hecho ninguna en mi vida.

Tampoco quiero perjudicar a nadie, osea que coma yo sardinas y todo el barrio con el olor que dejan, que es lo que ocurre en Calafell.

Yo, aquí tengo un huerto y es una casa aislada, pero es que en Calafell los hay que la hacen en la terraza o en los bajos de un edificio sin importarles nada de nada. Por eso los de pueblo llamamos a los barceloneses de fin de semana "pixapins" (meapinos) o "kemacos", que es la abreviatura de "Que maco" (que bonito), ya que cuando salen, como no han visto nada dicen: "mira esas vacas, oh que maco", "mira ese prado, oh que maco" y así todo el día.

Aquí, desde luego tampoco se cortan. Muy cerca de mi casa hay una bodega chiquitita y se pusieron a hacer la barbacoa. Eso es lo de menos, lo peor fue que como es tan pequeña, pusieron la mesa en medio de la calle y la música (hortera total) a tope.

Como yo no me corto un pelo, pues cuando subían la música yo subía el partido Athletic vs Osasuna a tope. Al momento la bajaban. Así tres veces, pero al final lo entendieron.

Bueno, me voy a comer a casa de mi Señora tía, a ver que me explica.

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