MEMORIAS DE UN PARADO CCCLI - Comida -

Esta mañana ha amanecido nublado y parece que se empieza a levantar algo de viento.
No he visto el mar, porque he cogido el coche para ir a buscar comida a la asistencia social.
Me han dado un poco de todo y con los 426€ que gano, pues me ayuda a pasar el mes.
Los últimos tiempos de Zamora, cuando teníamos que pagar un alquiler alto, nos ayudaba la Cruz Roja y estaba organizado de otra manera.

En Calafell, es una antigua masía, al lado del ambulatorio, por encima de la vía, donde hay que llegar, pedir número y esperar que te toque el turno.

En Zamora, te citaban a un día y a una hora, con el fin de evitar que te pudieras encontrar con otras personas conocidas y mantener un poco la dignidad.

Dicha dignidad, se va perdiendo, ante la necesidad que produce estar en el paro mas absoluto y carecer de lo mas básico. Al igual que en el programa de Salvados, que a la gente ya le daba igual que supieran que tenían enganchada la luz en su casa, ahora también da igual que los vecinos sepan que vas a por comida porque es imposible llegar a final de mes.

Mientras esperaba a que me tocara el turno, pienso que allí deberían de estar políticos y empresarios, de incógnito, escuchando los verdaderos dramas humanos que la gente se explica unos a otros.

Gente con niños, familias que han tenido que dejar su casa, por deshaucio e instalarse en casa de la abuela, personas sin ningún tipo de subsidio, gente que vive con la esperanza de que esto cambie algún día, pero esos días se van pasando sin que nada cambie.

Siempre hay los que se quejan de que no hay ayudas, porque se las dan todas a los magrebíes a los que llaman de forma despreciativa "moros" y que estos hacen trampas para hacer ver que son mas de familia de los que realmente son, para conseguir mas ayudas.

Todo eso es lo que se oye, en la "campa de la desesperación", donde está extendida lo que la teoría económica de Carlos Marx, en su libro "El Capital" llamaba "lumpen proletariat". Lo mas bajo de la escala social, los que no pueden sobrevivir en una sociedad capitalista y liberal.

Ayer fuí a la entrevista en Tarragona, estoy esperando ya que suene la flauta y que me llamen.
En mi contra, como siempre la edad y mi "curriculum".
Ya me lo han dicho varias veces, que con un "curriculum" alto no voy a ninguna parte, pero es el que tengo y no voy a rebajarlo. Se hacer lo que se hacer, además de arreglar cisternas, con mis virtudes y mis defectos. No soy ingeniero, ni camarero, ni cura. Si tengo que aprender algo, lo aprenderé, pero será un curso mas para poner en mi historial, ya que de becario ya no me quieren en ninguna parte.

A mi favor, que no hay otra persona con mi perfil que se haya apuntado a esa oferta (así me lo dijeron).

En esta tesitura, me gustaría ver a Francisco Granados, que le han pillado, presuntamente, claro, con un millón y medio de euros en una cuenta en suiza.

Lo bueno del caso es que sus propios compañeros de tertulia, tanto en el "gato al agua" como en el programa similar de 13tv, ahora no dudan en despellejarlo y quedarse tan anchos.

Esto es como lo del programa aquel que se llamaba "punto pelota", que solo aumentaba su audiencia cuando perdía el Real Madrid, al ser todos tan "merengones".

Y es que los periodistas y tertulianos, son, de verdad, una raza bien extraña.
Había una cadena de televisión que se llamaba Marcatv. Digo se llamaba porque esa cadena ha desaparecido, que tenía por la noche una tertulia deportiva titulada "tiki-taka".

Cuando la cadena ya estaba en las últimas, los de "punto pelota" robaban a los colaboradores por un plato de lentejas.

Ahora, las tornas han cambiado, lo de "tiki-taka" se lo quedó Mediaset y el programa de Pedrerol pasó a Nitro, para iniciar la guerra entre los dos grandes buques de la comunicación que son A3 media y Mediaset.

Mediaset, está en condiciones de robar colaboradores a A3Media y éstos ponen el grito en el cielo.

Lo mismo ocurre en política, donde los colaboradores van de una tertulia a otra, opinando según sea quien les paga y desmarcándose de aquel que cae en desgracia como Granados, porque, a pesar de que opinen de una serie de cosas, las lealtades dejan de existir cundo hay dinero de por medio.

Ese es el tema: "mientras no me toque a mí", España va bien.
Mientras a mi me paguen en una tertulia y coma caliente, me da igual, que haya personas en la "campa de la desesperación". En todo caso, si a mi me ponen de patitas en la calle, entonces lo denunciaré.