Es sol ha salido tímidamente en Calafell, aunque la temperatura es buena. El mar está muy revuelto, de un color verde, mezclado con el marrón de la tierra.
Ayer llovió a raudales y cuando fui a buscar a mi nieto mayor al colegio, bajaba la calle como un auténtico río, por lo que, para su encanto, lo tuve que coger en brazos y hacer de Indiana Jones, atravesando el amazonas. Me puse de agua hasta arriba, pero solo de ver la alegría que tenía mi nieto por correr una aventura, los dos disfrutamos de lo lindo. Su alegría fue contagiosa.
Hoy es mi cumpleaños, cumplo 55, como dije ayer y seguramente soy un poco menos paria, ya que puedo acceder al subsidio para mayores de 55 años, empezando a cotizar para mi jubilación, que de no remediarlo nadie, me llegará pronto, ya que el Estado me querrá sacar enseguida de las listas de desempleados.
Muchísimas gracias a todos los que me habeis felicitado, por un medio u otro.
Ibamos a ir a Tarragona, para pasar el día, pero hemos hecho números y mejor nos quedamos en casa, o como mucho iremos cerca, a tomar un café y celebrarlo igualmente, que no todos los días es el cumpleaños.
Tampoco está la economía como para autoregalarse algo o darse un pequeño homenaje, que el mes es muy largo y hay que economizar.
Por otro lado, mi padre está fenomenal y hemos estado hablando, mi hermano y yo, para restringir las visitas este finde, por lo menos. No sea que nos pase como con Suárez, que nadie le ha hecho caso y ahora que está en la residencia y no necesita nada, vaya todo el mundo a verle. La gente es así, aparece cuando ya no hay posiblidades de que le pidan nada, por si acaso.
Cuando estás en el paro, ocurre lo mismo, de vez en cuando aparece alguien para decirte un "ánimo" deprisa y corriendo, para desaparecer rápidamente y pasar tiempo y tiempo sin saber nada de él.
Hoy que es mi cumple, lo veo, también. Ya me han felicitado los que me importaban, por lo que estoy feliz. Otros se harán los locos, especialmente, porque saben que cuando recurrí a ellos no respondieron. Los humanos somos así.
Ayer llovió a raudales y cuando fui a buscar a mi nieto mayor al colegio, bajaba la calle como un auténtico río, por lo que, para su encanto, lo tuve que coger en brazos y hacer de Indiana Jones, atravesando el amazonas. Me puse de agua hasta arriba, pero solo de ver la alegría que tenía mi nieto por correr una aventura, los dos disfrutamos de lo lindo. Su alegría fue contagiosa.
Hoy es mi cumpleaños, cumplo 55, como dije ayer y seguramente soy un poco menos paria, ya que puedo acceder al subsidio para mayores de 55 años, empezando a cotizar para mi jubilación, que de no remediarlo nadie, me llegará pronto, ya que el Estado me querrá sacar enseguida de las listas de desempleados.
Muchísimas gracias a todos los que me habeis felicitado, por un medio u otro.
Ibamos a ir a Tarragona, para pasar el día, pero hemos hecho números y mejor nos quedamos en casa, o como mucho iremos cerca, a tomar un café y celebrarlo igualmente, que no todos los días es el cumpleaños.
Tampoco está la economía como para autoregalarse algo o darse un pequeño homenaje, que el mes es muy largo y hay que economizar.
Por otro lado, mi padre está fenomenal y hemos estado hablando, mi hermano y yo, para restringir las visitas este finde, por lo menos. No sea que nos pase como con Suárez, que nadie le ha hecho caso y ahora que está en la residencia y no necesita nada, vaya todo el mundo a verle. La gente es así, aparece cuando ya no hay posiblidades de que le pidan nada, por si acaso.
Cuando estás en el paro, ocurre lo mismo, de vez en cuando aparece alguien para decirte un "ánimo" deprisa y corriendo, para desaparecer rápidamente y pasar tiempo y tiempo sin saber nada de él.
Hoy que es mi cumple, lo veo, también. Ya me han felicitado los que me importaban, por lo que estoy feliz. Otros se harán los locos, especialmente, porque saben que cuando recurrí a ellos no respondieron. Los humanos somos así.
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