miércoles, 23 de abril de 2014

MEMORIAS DE UN PARADO CCCLXXXVII - Sant Jordi -

Esta diada de Sant Jordi, luce el sol, que espero lo haga en toda Catalunya, para dar vistosidad a todos los puestos de flores y libros que hay en las Ciudades y Pueblos y la gente pueda salir a pasear y disfrutar.

Otro Sant Jordi mas y sigo sin trabajar. El año pasado estaba haciendo el curso de eonología y me escapé para hacer una contabilidad, así como poder ver a mis hijos y nietos. Todo sigue mas o menos igual. He ido sobreviviendo como he podido, pero sin una clara perspectiva de futuro.

Siguen pasando los días, soy un año mayor, ya he cumplido los 55 y ni el trabajo, ni un dinero que me permita sobrevivir sin la ayuda de los demás, llega otro Sant Jordi.

Me gustaría que alguno de todos mis proyectos saliera adelante, pero veo que ni el vino, ni la publicación de mi libro, ni las colaboraciones en empresas, ni nada lo hace.

Es la desesperación del parado, la soledad, el no tener cada día una buena noticia que nos permita tener un rayo de esperanza. Nada de nada.

El hecho de acordarme lo que estaba haciendo en una fecha señalada, hace que me de cuenta de que ha pasado un año entero y una etapa mas se va cumpliendo.

Dada la situación, cada día cuenta. Lo que hace que los demás se vayan tomando su tiempo en tomar las deciciones, para nosotros, los parados, es un mundo, un largo período en el que todo se alarga y en el que todo sigue igual.

Lo mismo que le está ocurriendo a mi padre, lo único que él, por suerte, no es consciente del próximo final, que cada día se va asomando a nuestras vidas.


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