jueves, 12 de junio de 2014

MEMORIAS DE UN PARADO CDXXIV - Villa y Corte -

Esta mañana, tanto al venir a Calafell, como al regresar a casa, para comer, pues hacía un calor bochornoso, de esos que hacen sudar la gota gorda, debido a la humedad.

En estos momentos, primera hora de la tarde, está nublado y pronto tiene pinta de que va a caer una tormenta de impresión.

Ayer, por la tarde me envió un correo la Regidoria de Treball del Ajuntament de Calafell (concejalía del trabajo para los que no dominen la lengua de Pompeu Fabra) sobre un encuentro de personas titulado "El blog como herramienta para incrementar las ventas".

Me pareció que siempre se puede aprender algo en estas cosas y me apunté. La verdad es que tanto que digo que en Calafell no hay nunca nada gratis, pues esto era gratis y además nos han dado de almorzar. Había café, pastas, bocadillos, zumos, en cantidad suficiente para todos.

Además de eso, que a un parado sin recursos siempre le viene bien, pues se han lanzado un montón de ideas que me pueden ayudar en hacer esto un poco mas atractivo en todos los sentidos. También he hecho un poco de "networking" (ahora buscar contactos se le llama así) y por lo menos no he tenido la sensación de haber perdido la mañana, sino todo lo contrario, de haberla aprovechado al máximo.

Al menos he salido de la rutina y ha aparecido algún rayo de esperanza en mi nubladísimo horizonte.

Cuando he llegado a casa, me he enterado de que los de izquierda plural y otros grupos no van a ir a la coronación del Rey, por lo que van a quedar asientos libres.

Bueno, pues si me pagan el viaje, yo hago bulto. Lo malo va a ser lo del traje, porque a una cosa así habrá que llevarlo ¿no?. Primero, no se si los tengo aquí o en el Pueblo y segundo que tampoco sé si tengo alguno que me quede bien, porque con eso de adelgazar tanto igual me quedan muy grandes.

Malo será que no pongan, como hace el regidor en los programas de la tele, un cartel de cuando hay que aplaudir o cuando hay que ovacionar. Además, seguro que los partidos políticos tienen al palmero que lo debe de iniciar él, un estilo a Manolo el del bombo para animar a la selección.

Y mientras los coronados, reyes o como se llamen a partir de entonces, van a pasear por la Villa y Corte (osea por Madrid), seguro que ponen un "brunch" o lo que se llamaba antes un "vino español", con jamón del bueno y dátiles con bacon que es lo que mas me gusta y tengo ya muy poquitas ocasiones de catar.

Además así podría conocer a los que llaman Senadores, que nadie sabe muy bien quienes son, cuantos son o que hacen. Los periódicos y otros medios de comunicación dicen que cuando un diputado o de un parlamento autónomico, deja de serlo, pero los demás le quieren "meter palante", entonces le hacen Senador porque así tiene un escudo de blindaje, como el de la nave de Star Trek y no le va a pasar nada.

Y si tengo asiento reservado, pues puedo ir, aunque seguro que salen las señoras mayores típicas que dirán que llevan dos días haciendo guardia por allí o la típica persona de Morón de la Frontera o Albadalejo, que no ha dormido en toda la noche para hacer el viaje y no faltar al evento.

Yo me pregunto como detectan los periodistas a esta gente entre la multitud. Seguro que se lo inventan y le dicen al primero que va con la foto o la cara pintada con la bandera española como si fuera un fan de la roja, que diga esto o lo otro.

Lo demás me da igual, porque en el Congreso ya he estado dos veces.

La primera vez fue en 1.989 cuando me contrató IVECO. Yo vivía en León, porque mi trabajo se desarrollaría allí. Firmé el contrato un viernes en Madrid y el domingo me tenía que incorporar a un curso de formación en Sigüenza, donde estuve toda la semana sigïente.

El fin de semana, me dijeron que me quedara en Madrid, que ellos se hacían cargo de todos los gastos. Pues bien, paseando por la Carrera de San Jerónimo, vi que había gente que hacía cola y me acerqué. Delante mío había dos chicos que iban juntos, pero solo había plaza para uno mas, ya que se entraba, creo recordar, que de 15 en 15. Como iban juntos se fueron y entonces pregunté yo.

Me dijeron: "¿va Vd. solo?, sí. "¿trae su carnet de identidad?", si. "pues pase".

Se quedaron con el carnet, nos metieron en una sala llena de cuadros y al cabo de un rato llegó un ujier de aquellos de antes, con toda la mala baba del mundo e iba leyendo los nombres, a voz en grito, para devolver los carnets de identidad (era 1.989)

Después empezó la visita, muy interesante y larga. Lo que mas me impresionó fue el hemiciclo, porque en vivo y en directo es pequeñísimo, aunque por la tele lo veamos tan grande.

Además me regalaron un libro que todavía conservo.

Muchos años después, como mis primos tenían la manía de casarse el 1 o 2 de mayo, fiesta larga en los madriles, pues acompañé a mis padres, que les hacía ilusión verlo y como ocurre ahora, todos los demás desaparecieron como por ensalmo.

La visita era mucho mas corta, no daban el libro y en pocos minutos te largaban.

Bueno y si no puede ser lo de ocupar un asiento libre, siempre me queda enviar mi "curriculum" a los socialistas, tanto de España, como de Catalunya, para el puesto de Secretario General, que nadie quiere. Coche oficial, buen sueldo, visa, móvil y tablet, además de viajes en clase Business.

Si tienes, además un poco de suerte, al cajón de las galletas, todavía no le habrán puesto el candado.

Y entre el curso de la mañana y mis historias, se me ha pasado el día sin pensar en mi angustioso futuro, lo cual también me ha venido bien.

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