Esta mañana está nublado en Calafell, aunque hace un calor insoportable. Muchos han aprovechado para ir a la playa, aunque no haga sol, para pasar el día, ya que esta tarde tienen que empezar a desfilar hacia sus puntos de origen. Por lo menos hasta que hagan vacaciones, los que las hagan, porque tal y como están las cosas en las empresas, las vacaciones son una especie en vías de extinción.
Ayer no fue una noche mágica para muchos. Por ejemplo para los que tuvimos que dormir con las ventanas cerradas y un calor espantoso, por culpa de los cohetes, petardos y humo con olor a pólvora. Es que lanzaron muchos y muy cerca, en vez de irse a la playa donde no molestaban a nadie.
Después del accidente en Pasaia, durante el fin de año de 2013, hay que tener cuidado, porque los que tiran los cohetes no son profesionales sino muy aficionados, que muchas veces dejan que lo hagan los niños. No quiero imaginar que me entrara uno por la ventana en un descuido.
Encima debía de ser verdad lo de la noche mas corta, porque a las 5 de la mañana ya era de día y no pude dormir mas. Mi cabeza sigue pensando en una salida a la situación tan difícil que tengo.
Tampoco debió de ser una noche mágica para los servicios de limpieza.
Estaban en la playa limpiando la basura que había, junto con los restos de castillos de fuego y varitas de cohetes.
Tampoco se ha librado el Paseo Marítimo que hoy aparecía quemado en casi toda su extensión.
Y de repente me encuentro con una amiga que trabaja en la zona azul y cuando la saludo me enseña que algún gracioso metió los petardos en la máquina de los tickets para reventarla.
Siempre decimos lo mismo: ¿quienes son los salvajes?. Aquí siempre se dice que son los que tienen segunda residencia, pero que en sus ciudades de origen no se comportan de esta manera y que para que ellos "disfruten" tenemos que sufrir los demás.
Quizá sea diferente en los pueblos, donde el que va a pasar el fin de semana o es del pueblo o tiene sus orígenes allí, por lo que se ve obligado a cuidar el entorno, porque si lo destroza, está destrozando lo suyo.
Bueno, pues hoy es festivo y es otro día o días mas que se pasan sin que mi futuro se pueda encaminar. Veremos si mañana podemos conseguir algo.
Ayer no fue una noche mágica para muchos. Por ejemplo para los que tuvimos que dormir con las ventanas cerradas y un calor espantoso, por culpa de los cohetes, petardos y humo con olor a pólvora. Es que lanzaron muchos y muy cerca, en vez de irse a la playa donde no molestaban a nadie.
Después del accidente en Pasaia, durante el fin de año de 2013, hay que tener cuidado, porque los que tiran los cohetes no son profesionales sino muy aficionados, que muchas veces dejan que lo hagan los niños. No quiero imaginar que me entrara uno por la ventana en un descuido.
Encima debía de ser verdad lo de la noche mas corta, porque a las 5 de la mañana ya era de día y no pude dormir mas. Mi cabeza sigue pensando en una salida a la situación tan difícil que tengo.
Tampoco debió de ser una noche mágica para los servicios de limpieza.
Estaban en la playa limpiando la basura que había, junto con los restos de castillos de fuego y varitas de cohetes.
Tampoco se ha librado el Paseo Marítimo que hoy aparecía quemado en casi toda su extensión.
Y de repente me encuentro con una amiga que trabaja en la zona azul y cuando la saludo me enseña que algún gracioso metió los petardos en la máquina de los tickets para reventarla.
Siempre decimos lo mismo: ¿quienes son los salvajes?. Aquí siempre se dice que son los que tienen segunda residencia, pero que en sus ciudades de origen no se comportan de esta manera y que para que ellos "disfruten" tenemos que sufrir los demás.
Quizá sea diferente en los pueblos, donde el que va a pasar el fin de semana o es del pueblo o tiene sus orígenes allí, por lo que se ve obligado a cuidar el entorno, porque si lo destroza, está destrozando lo suyo.
Bueno, pues hoy es festivo y es otro día o días mas que se pasan sin que mi futuro se pueda encaminar. Veremos si mañana podemos conseguir algo.
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