jueves, 31 de julio de 2014

MEMORIAS DE UN PARADO CDLXII - Pescado podrido -

A las 17,15 de la tarde, tenemos 30ºC en el exterior y 26,2ºC dentro de casa, con una humedad relativa del 51%, lo cual hace una sensación de que el sol cae a plomo, porque a esta hora todo el mundo debe de estar haciendo la siesta, viendo la novela o Sálvame, que son las distracciones preferidas de los mayores de este país.

Yo he ido al médico esta mañana y tengo infección de orina, eso una parte que han analizado. La otra está cultivando, como yo en el huerto y hasta mañana no me darán los resultados, por lo que tendré que seguir con los antibióticos otra temporada.

El resto de la mañana la he dedicado a limpiar los rastrojos que me quedan, a hacerme un filete de pescado a la "papillotte" y a ir a tomarme una cerveza, para ver si podía invitar tanto al juez de paz, por su maravillosa intervención como a mi vecino que se desvela porque nunca me falten lechugas y calabacines.

Dicen que es de bien nacido ser agradecido y en esta vida hay que cumplir y saberlo hacer. Lo contrario es ser un aprovechado, de esos que los calan enseguida y tienen corto recorrido.

Y así se ha pasado rápidamente la mañana. Ahora la tarde pues a escribir a enviar "curriculums" y a esperar que alguno fructifique, pero la cuestión es moverse y no quedarse esperando que te van a traer el trabajo a casa porque eso nunca va a suceder.

Y lo cierto es que con la posibilidad de comer cada día, que es lo que sucede desde que estoy en el pueblo, gracias a que la gente siempre trae algo a casa, pues la desesperación es menor y con la barriga llena, aunque sea de puré de calabacín o de patatas hervidas, se afronta la vida de otra manera, ya que los políticos no quieren entender que el hambre planea por encima de muchos ciudadanos y niños, mientras entre ellos, cada día sale alguien que está inmerso en un proceso de corrupción por habérselo llevado calentito.

El tío Aleko, que era un griego tan mediterráneo como yo, siempre decía que en su tierra se utilizaba el dicho de que "el pescado podrido siempre huele por la cabeza", ya que dicen que es la primera parte en estropearse y por eso cuando se va a comprar pescado nos aconsejan que miremos los ojos para ver si es fresco.

Y es que en España, realmente la cabeza del pescado está realmente muy podrida. Ahora Pujol, que está mucho mas podrido que esos alcaldes de pueblos pequeños, que están muy comprometidos con su pueblo.

En Castilla el 80% de los alcaldes no cobran un duro y lo hacen principalmente por el orgullo, entre los vecinos, de haber llegado a tal éxito en su pueblo, ya que hay mucha gente sencilla y trabajadora que todavía les importa eso.

Te los puedes encontrar por la calle y explicarles tu problema o vienen a tu casa para que se lo cuentes.

El problema es cuando se profesionalizan en la política, porque son alcaldes de un pueblo un poco mas grande y que ha tenido un crecimiento importante por ser una ciudad dormitorio o un lugar donde se ha urbanizado exageradamente y ha sido pasto de la burbuja inmobiliaria. Entonces ha aumentado el número de concejales, aumentaron en su día los ingresos de forma exponencial entre IBIS y Licencias de Obras y contaron con un presupuesto medianamente importante. Muchos entonces cayeron en la tentación de la corrupción y ahora algunos están en la cárcel porque los pillaron con las manos en la masa y encima han dejado el ayuntamiento arruinado, ya que esos ingresos debidos a la construcción ya no existen.

De ahí hacia arriba, cada vez peor, hasta llegar a la cabeza, como en el pescado, que es lo mas podrido.

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