lunes, 7 de julio de 2014

MEMORIAS DE UN PARADO CDXLIII - Hospital -

Desde las tres de la mañana, está cayendo una tormenta con rayos y truenos, que no para y que como vivimos al lado de la playa, pues inunda las cayes y se hace imposible cruzar de una acera a otra sin acabar mojado hasta los tobillos.

Tampoco nos libramos de los graciosos, empezando por el coche de la brigada municipal, que pasan a toda leche, para poder mojar al transeúnte que va por la acera o está esperando en el paso de peatones.

Osea, que a pesar de que he venido en coche, porque hacerlo andando era imposible, pues me he mojado los pies y he tenido que saltar hacia atrás, para que no me ducharan.

Ahora está tronando de lo lindo, por lo que hoy tampoco habrá playa, aunque nunca he entendido porqué muchas veces la gente se está bañando y cuando empieza a chispear, salen corriendo del agua. No creo que sea para no mojarse.

Mientras tanto, justo después de acabar el post anterior a este, me tuve que ir corriendo al Hospital del Vendrell. Tenía un dolor insoportable y todo parece indicar que la sangre era debida a un cólico nefrítico.

Me tocó el mismo médico que el día anterior en Calafell, puesto que hacía guardia en urgencias y como ya me había hecho la exploración, pues se aceleraron los pasos, me hicieron una radiografía, me analizaron sangre y orina y me metieron en una habitación del hospital, puesto que los "box" están de obras y apenas hay. Me abrieron una vía en la vena y me chutaron tres botellas. Dos de nolotil y como no me hacía ni cosquillas, me tuvieron que meter otra cosa mas fuerte.

Después de dos horas se empezó a calmar y por la tarde estaba bastante bien.
Me llamó mi hijo para que fuera a ver el partido de Alemania con él y a la hora de marchar, pues vuelta a empezar con la sangre. Decidí esperar a ver que pasaba, antes de volver a urgencias y pasé la noche mas o menos bien.

El fin de semana, rabiando por una muela que me duele muchísimo.
Resulta que yo siempre he ido a un dentista en El Vendrell, que con los años se ha ido volviendo mayor y ya no es lo que era. Me empastó una muela y se cayó el empaste. Me hizo el agujero un poco mas grande y volvió a empastar. También se cayó y ahora ya no tiene remedio, me tienen que matar el nervio, pero, claro, vale 300€ y yo no los tengo. Lo único que puedo hacer es esperar que se me calme y sacarla, que con esto de no tener recursos pues acabaré desdentado.

Bueno, así seré mas creíble cuando vaya a pedir.

Estoy realmente destrozado, tanto anímicamente, como físicamente y veo que no avanzo nada en ninguno de los dos aspectos.

Ayer me encontré con un matrimonio amigo, que el es contable, danmificado de las empresas de automoción, que tampoco encuentra nada de nada y que también se siente muy presionado por su entorno, puesto que en la tele dicen que se está colocando todo el mundo, menos nosotros.

Sigue la tormenta y parece que la luz empieza a hacer cosas raras, por lo que voy a ir acabando no sea que me tenga que quedar a medias.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Mucho animo amigo Carlos!,lo que tienes es doloroso pero benigno,ya veras como pronto te recuperas,a tu medicación , a tu descanso y para adelante que hay que seguir.Y mientras tanto mira lo que ocurre ,mientras los buitres que nos desgobiernan nos cuentan el cuento de la caperucita roja....

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