martes, 2 de septiembre de 2014

MEMORIAS DE UN PARADO CDXC - Urología -

Esta tarde a las 20,06 horas, tenemos una temperatura exterior de 30,9ºC en el exterior y de 26,9ºC en el interior, con una humedad relativa del 34%. Hace muchísimo calor y dicen las personas mayores, que, de largo es el día mas caluroso del año.

Ayer, a media mañana, me empezó otra vez la hematuria (sangrar por la orina) y todavía no me ha parado. Mas o menos entraba en el guión, pero no tan exagerado, porque de vez en cuando me aparecen coágulos y eso si que ves las estrellas cuando los hechas.

Como no tenía a mi médico de cabecera (también se merece unas vacaciones), las urgencias de Villarino estaban colapsadas y las de Salamanca también (de algo tiene que servir las viejas del visillo y el tam-tam), pues no fuí al médico ya que hoy tenía que visitar al urólogo.

Salimos a las 7,30 de casa y a las 9 en punto estábamos ya aparcados en Salamanca, ya que la visita era a las 9,30h.

La cosa fue bastante decepcionante. Apenas miró mis informes ( con el mimo que los había cuidado desde Calafell ), tampoco se miró demasiado los análisis, diciendo que la anemia era muy leve y que no pasaba nada por tener esos valores, cuando el médico de cabecera me dijo que era mucha anemia.

Total, que beba mucha agua, una serie de pruebas en anatomía patológica por si tengo algún tumor y que vaya a mi médico de cabecera para que me de hierro.

Las pruebas son de aquí un mes porque no hay plaza antes, por lo que niños y niñas, esta es la lección de hay antes de que empieze el cole: "Si no te has muerto conseguirás llegar a la segunda visita", como los Ciclistas de la Vuelta a España, si la caída no es de gravedad conseguirán ir superando etapas.

Después compramos algunas cosas necesarias, fuimos por otra carretera (la de Vitigudino), comimos el bocata por el camino, que a mi me supo a gloria porque era un "bollu preñau", lo cual es típico asturiano y consiste en un bollito normal, cerrado, pero que dentro lleva un chorizo que al asar el pan queda muy cocido y "rico, rico" como diría Arguiñano.

Al pasar por Vitigudino, como seguía sangrando mucho paramos en Urgencias y la señora doctora, lo primero que me dijo es que no era mi zona y lo segundo que si el urólogo había dicho que no era nada, que ella estaba de acuerdo y que lo compartía. Me preguntó 20 veces si era desplazado y le dije que no, hasta que encontró mi historial y se dió cuenta que no le había contado ninguna milonga, me puso una pastilla para calmarme debajo de la lengua y le certifiqué que no es que estuviera nervioso sino bastante acojonado.

El calor ha seguido hasta esta hora y antes de sentarme un rato a descansar, pues he sacado la manguera (la del agua) y he regado el huerto, que pronto va a dejar de serlo para convertirse en jardín.

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