miércoles, 11 de julio de 2012

MEMORIAS DE UN PARADO XXIV - Camino de Santiago -

Tal y como está el tema del IVA y la subida de precios que nos van a meter, unida con el recorte del paro, que esta sí que nos la meten doblada, lo mejor va a ser, pillar la maleta e irse a hacer el Camino de Santiago. O por lo menos hacer la promesa de que si sale trabajo, hacer el recorrido.

Y mas ahora que ha aparecido el "Codex Calixtino" que es como la Biblia del Caminante, donde se describen todas las etapas que hay que hacer para ganarse el jubileo. Hay que ver el tío que lo mangó, que tenía el Códice, un millón doscientos mil euros en efectivo y una maleta con otros seiscientos mil.
Encima llevaba la contabilidad de lo que mangaba.
Pero lo mejor de todo es que, los de la Catedral, no echaron en falta todo ese dinero. No creo que fuera de meter mano en el cepillo, como hacían antes los monaguillos.

En el año 1989, me fuí a vivir a León y empecé a trabajar con un Sr. muy mayor, que se llamaba Bartolomé y que empezaba a preparar la Calzada de Peregrinos. La auténtica, por fuera de las carreteras principales.
Trabajaba por pueblos como Castellanos, Codornillos, el Burgo Ranero, etc.
Ahora esos caminos están asfaltados, tienen servicios y árboles plantados para hacer un poco mas llevadera la Caminata.

Mis suegros viven en Reliegos (bueno, mi suegro nos dejó hace años), provincia de León y tanto el Bar del pueblo como su casa están en el propio Camino. Tendré que hablar con el Sr. Rector de la parroquia a ver si eso me sirve como etapa, que es la única que he hecho a pie. El resto en coche, que según Google Maps, hay una friolera de 736 km. y 153 horas caminando, desde Roncesvalles hasta Santiago de Compostela.

Eroski-Consumer, tiene una guía muy aceptable. Antes te la podías descargar en PDF, pero ahora lo que mola es hacer el Camino con tu Iphone o tu Android y conectarte en Facebook y en Twitter y decirle a tus amigos lo cansado que estás.

El Camino es precioso y hay que vivirlo. En verano, cuando la afluencia de peregrinos aumentaba, me sentaba a verlos pasar e intercambiaba impresiones con ellos. Los hay que lo hacen como unas vacaciones diferentes, los hay que quieren pensar porque les ha dejado la novia o el novio, los hay que no saben que hacer con su vida, los hay que han hecho una promesa, los hay que quieren vivir la historia, los monumentos, las obras de arte. Los hay vivales y los hay que se dejan llevar.
Una experiencia única que merece la pena vivir.

Lo dicho, os veo en el Camino porque me parece que trabajo, por mas esfuerzos que hago, no va a salir.



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