jueves, 12 de julio de 2012

MEMORIAS DE UN PARADO XXV - La soledad -

Va pasando el verano y por mas esfuerzos que hago en encontrar trabajo, mi teléfono ni suena.
Muchas veces, cuando estoy en la oficina de un amigo, que me deja el ordenador y donde no se oye ni un solo ruido, me da la impresión de ser el último habitante del Planeta Tierra.

Todos se van olvidando de mí. La familia, los amigos, los compañeros, las oficinas de empleo, los headhunters, las empresas de selección de personal, y así podría rellenar una lista que ocuparía toda esta página.

El día del final de la Eurocopa, había una fiesta en el Prat de Calafell, de la que yo me enteré después y a la que fue gente mayor. Había gente conocida, pero nadie se acordó de mí porque, directamente, cuando estás parado no existes.

A veces me dan ganas de decirle a todos que me han tocado 50 millones de euros al euromillón, aunque no sea verdad, para ver si de esta forma, aunque sea por el dinero, empieza a llamar la gente, porque antes, cuando había para todos, mi teléfono no paraba.

Ahora, encima, con los recortes que ha anunciado el Gobierno, directamente nos tendremos que ir a vivir debajo del puente.

Va a subir, la luz otro 3 por ciento mas, el agua y todo lo que compramos, porque la gasolina sube mucho y el transporte se va a encarecer. Al final, también tendré que dejar de escribir este blog porque no podré tener acceso a Internet.

En fin, no voy a perder la esperanza de que algún día lleguen tiempos mejores, pero la cosa no pinta demasiado bien y el paro va corriendo hacia su final. 

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