lunes, 16 de julio de 2012

MEMORIAS DE UN PARADO XXVI - Ntra. Sra. del Carmen -

Ya estamos en una de las Fiestas Mayores de Calafell, Nuestra Señora del Carmen.

Como Calafell está formado por varios núcleos de población, las Fiestas Mayores se reparten durante el verano para que podamos quedar todos contentos.

Así San Pedro (29 de junio) es la Fiesta Mayor de la playa (Calafell Platja). El día 28 hacen fuegos artificiales y el propio día de la Fiesta hacen una serie de actividades como cantar habaneras, beber "ron cremat" o un "arrossejat", que como no pagues o seas del partido que gobierna en el ayuntamiento no lo catas.

Hoy, que es el día de Nuestra Sra. del Carmen, curiosamente es la fiesta del pueblo (Calafell Poble), pero se hace una procesión en el mar y la demostración del "bot salvavidas", que es el que aparece en la foto de este blog.

Ese bote es algo único en el mundo (algo teníamos que tener los de Calafell) y depués de estar perdido durante mucho tiempo por desuso, fue restaurado y puesto de nuevo en marcha para promocionar el turismo en este municipio y mayor honra del Sr. Alcalde, mas que de la Mare de Deu.

Esta embarcación se utilizaba en los salvamentos marítimos y es capaz de dar la vuelta sobre si misma, creando una cámara de aire y permitiendo rescatar a los naúfragos. Los marineros le dan esa vuelta con gran pericia y aplausos de la concurrencia en las demostraciones.

La otra fiesta es la de Segur de Calafell, que es la de Sant Miquel, el 29 de septiembre, en la que hasta hace pocos años, donde se realizaban las actuaciones se alquilaban los palcos, por lo que solo podían ir los mas pudientes de la población. Como era época de vacas gordas para la segunda residencia y no existía Mercadona, normalmente eran los comerciantes lo que alquilaban durante esa semana los palcos.

Y es que las fiestas de aquí, populares, lo que se dice populares, no son mucho.

Hará unos años que Calafell cumplió 1.000, años y, a consecuencia de eso, decidieron poner una placa, inaugurar una plaza y poner un monumento estrambótico, que al poco tiempo tuvo que ser derruído, ya que los turistas que habían comprado su apartamento en primera línea de mar, no veían éste ni por asomo.

El día de la inauguración, después del consabido discurso (que bueno soy, que listo soy y cuantas cosas hago por el pueblo), ofrecieron un refrigerio, pero las señoritas que pasaban con las bandejas ya sabían perfectamente que debían dirigir sus pasos hacía las bancadas de militantes (entonces PSC), los cuales debían de pasar mucha hambre y mucha sed, a juzgar del vaciado que hicieron sin que los demás pudieran catar ni siquiera el olor.



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