Estos días estoy ayudando a mis amigos a que puedan acabar el IVA, penúltimo antes de la subida, que se producirá a partir del tercer trimestre del año. Los que están pagando los módulos que se preparen porque van a tener que vender, como mínimo el coche para poderlos pagar.
Mi amplia vida laboral ha sido la de contable, financiero y también me he dedicado a los Recursos Humanos.
No se si es que la gente ya pasa de todo y nadie lleva papeles o es que realmente tengo un problema grave de que el único contable al que no llaman para trabajar soy yo. Y eso que soy mas que bueno, el mejor.
Me esfuerzo cada día en enviar el curriculum a todos los sitios habidos y por haber.
Además es que no pongo ninguna pega, ya que estaría dispuesto a trabajar en proyectos que tuvieran una duración limitada en el tiempo. Lo que sea con tal de no estar parado, que ya estoy hasta las narices. Osea que si alguien sabe de algún sitio para trabajar que me lo diga que para allá voy directo.
Durante 16 años estuve trabajando por mi cuenta, en lo que ahora los pijos que tienen que soltar de cada 10 palabras 7 en inglés llaman "interim management", que no es otra cosa sino trabajar en vez de tu despacho en el despacho del Cliente y después pasarle una factura por los servicios prestados.
El mes de Junio y Julio siempre han sido una auténtica pesadilla.
Después de las rentas que acaban el 30 de junio, hay que hacer el IVA y el IRPF antes del día 20. Después el Impuesto de Sociedades antes del día 25 y acto seguido el Depósito de Cuentas en el Registro Mercantil.
Si hay alguien que realmente se merezca unas vacaciones en agosto somos los contables.
Pero, como en esta zona, la burbuja inmobiliaria explotó arrastrando todo, construcción y no construcción, pues tuve que buscar trabajo por cuenta ajena. El resultado fue desastroso. Dos empresas alemanas y las dos se fueron a pique. Y no porque los alemanes decidieran irse a otro país mas barato, sino porque las dos empresas cerraron, aquí y en Alemania. Eso que son el motor de Europa, pero la corte de Munich no estaba para muchas historias y acabaron de rematar la empresa.
La Directora General, que se llamaba Mónica, en cuanto se enteró de que la cosa empezaba a ir mal, huyó como los conejos (dicen que 5 minutos antes de que la echaran), dejando que nos apañáramos descabezados hasta que se acabó de hundir.
Ahora sigo la información económica a ver si hay algún atisbo de esperanza, pero me parece que los políticos no tienen Plan ni A ni B.
Me hace gracia que cuando informan por televisión de la situación económica y de los mercados, siempre sale una maquinita que fabrica sábanas de billetes de 50 euros. Yo me apañaría con algunas de ellas, aunque fueran sin cortar, que ya usaría yo las tijeras para dejar la medida correcta.
En fin, voy a seguir escribiendo a todos, a ver si alguien me llama
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