miércoles, 22 de agosto de 2012

MEMORIAS DE UN PARADO XLV -alkor-venilia-

Vaya unos días mas aburridos. Parece que todo el país está de vacaciones y aquí no se mueve nadie, nadie dice nada y en ocasiones me parece ser el último habitante que queda en el Planeta Tierra, o quizá debiera de decir en el Sistema Solar, porque cuando veo las fotos que envía el Curiosity, el robot que circula por Marte como Pedro por su casa, me parece que no está en el Planeta Rojo sino en Tierra de Campos, porque el paisaje es igualito.

Yo creo que el Curiosity está entre Mayorga de Campos y Valencia de Don Juan. Solo falta que encuentre las bodegas y podemos ir todos a Marte de merienda.

La única novedad de estos días, es que a la pobre tía Anuncia le ha dado, lo que coloquialmente podríamos llamar como "un pampurrio" y se desmayó en misa. Menos mal que la atendieron rápido y seguro que se recupera enseguida, pero cuando uno empieza a cumplir años debe de cuidarse, que estos calores tan exagerados son muy traicioneros.

Cuando estuve en Venilia, que era un empresa francesa, que se fusionó con una alemana y pasamos todos a ser germanos (como en Europa dentro de poco), a mi también me dió un serio "pampurrio", osea un ataque de stress y ansiedad que casi acaba con mi salud.

Venilia, que después se llamó Alkor-Venilia GmbH (ni S.A. ni S.L., sino GmbH) había sido la fábrica del auténtico "hule de Gavá", que es ese mantel fabricado en hule con un tejido debajo para proteger la mesa.
Pertenecía al grupo belga Solvay, después lo vendieron a los franceses de Venilia y finalmente lo compraron los alemanes de Alkor, que acabaron con ella en 2011, tras una decisión de la Corte de Munich que no vió ninguna salida al proyecto. La empresa pasó de tener unas grandes extensiones de terreno delante de la estación de Renfe en Gavá, a tener solo una pequeña parte, después a no poder pagar el alquiler de esa pequeña parte y por fin de enviarnos a un cuchitril en la calle Valencia, rodeado de edificios llenos de Okupas.

La crisis se iba palpando poco a poco. En agosto de 2010 la Directora General, hasta entonces, que ya no lo era porque los alemanes le habían invitado a irse, pero mientras tanto la tenían allí de florero, desapareció.
Bueno, se marchó en febrero de 2011, pero desde agosto de 2010 había negociado un trabajo con alguien muy cercano a mí. Podía haber ocupado yo ese puesto, pero ya se sabe que "tiran mas dos t....".
El Director Financiero, como le pedían muchas cuentas, ya que aquello se iba a pique, se ponía muy nervioso y descargaba de muy malas maneras con todo el mundo. Además al faltarle la Directora y no tener apoyos, cada día su carácter se iba agriando más.
La presión era cada vez mas insufrible para todos. Los insultos y los malos modos contínuos, los pagos de las nóminas se retrasaban, los proveedores llamaban, a los Clientes no se les servía, hasta que cerraron el almacén (que era alquilado) por falta de pago. Eso fue el principio del fin.

LLegó un momento que había mas capitanes que soldados, porque los Directores se iban quedando y los curritos o se marchaban o los despedían. Los comerciales duraban apenas nada porque eran gente de mucha valía y les daba lo mismo vender manteles que motosierras.

Total, que ante tanto desastre, un día por la mañana me empecé a encontrar mal, pero fatal.
Justo enfrente de la Oficina, teníamos un ambulatorio de Urgencias del Hospital Clínico (con el que acabaron los recortes del President Mas) y decidí que iba a ir, pero como los Directores llegaban mas tarde que los curritos, me tuve que esperar, porque, si no te firmaban el papel de salida, tenías que morirte en la oficina. Cosas que había puesto el florero.

Finalmente, puedo llegar al ambulatorio y tanto la fiebre como la tensión estaban por las nubes. Me dieron medicamentos y me tumbaron en una camilla media hora. Después de ese tiempo la cosa seguía igual o peor. Mas medicinas y mas tiempo.
A la tercera vez la cosa empezó a bajar, me enviaron con un informe a mi casa y la broma me costó un mes de baja y la pérdida de 15kg. de peso.

Cuando volví, los alemanes se habían dado cuenta de todo lo que había pasado, empezaron a prohibir el trato denigrante y los insultos, a poner coto a tanto desmán, pero ya no les dió tiempo a levantar la empresa.

Hubo momentos, durante mi tiempo en esa empresa, mucho peores, pero me la reservaré para próximos capítulos.





3 comentarios:

Unknown dijo...

Eso ocurre también en muchos otros sitios, en nuestros servicios públicos y aunque no es generalizado ,muchos jefes están acomodados y a pesar de la crisis siguen con sus abusos.

Anónimo dijo...

Yo trabajaba en una editorial de prensa técnica. Era una pequeña empresa que editaba más revistas que empleados tenía. Su dueño y señor me contrató y se pasó doce años diciendo que se jubilaba, Dios que paciencia he tenido, porque mira que era raro el cabrón.... No sólo no lo hizo, sino que ha conseguido echar a todos menos a su secretaria. Y lo peor son las maneras. Primero les propone acogerse a media jornada prometiendo y prometiendo lo indecible-todo está muy mal,donde encontrarás trabajo como periodista es mejor eso que nada, bla, bla, bla...- y cuando finalmente aceptan y llevaban 6 meses así...¡zas!, ala a la puta calle con 20 días, y sobre 1/2 jornada. El único que se lo vio venir fui yo , no por listo sino por ser al último que echó. Por cierto, este hombre es muy rico, vamos... está "podrido". Pero la reforma laboral le vino a huevo para quitarse lastre ,externalizar la redacción y pagar a pobres periodistas freelance una miseria por artículo. Un auténtico hijo de puta.

Anónimo dijo...

Vaya ficheje,no seas inocente,a saber los sobres verdes,que se perdieron,tu no metiste la mano como barcenes, pues tonto,hubo muchos que se enriquecieron,yo tampoco que pena no ser menos inteligente y mas listo .