viernes, 28 de septiembre de 2012

MEMORIAS DE UN PARADO LIX -Zamora-

Dicen que Zamora no se ganó en una hora, pero me parece que yo voy a intentarlo. Por lo menos, he venido para eso porque en Catalunya ya está todo el pescado vendido y nadie llama para una sola oferta de trabajo.
Igualmente, hago como los de "El Larguero" y "La Sexta Deportes", dejamos todos los canales abiertos por si se produce alguna novedad.
El viaje fue, directamente, horroroso y es que no se si se trata de los recortes, si se trata de que ya no somos ricos, pero la combinación entre Barcelona y Zamora es practicamente inexistente.

Tuve que salir con antelación suficiente como para poder llegar, desde Calafell a la Estación del Norte (estación de autobuses), que ahora se llama "Barcelona Nord", que cualquier avería de tren, como uno no se puede fiar de la RENFE, me hubiera dejado en tierra.
En Sants tuve que cambiar de tren para llegar a "Arco de Triunfo", pero con una maleta pequeña de esas de ruedas y una bolsa es trabajo imposible. Además se enteró toda Barcelona porque al rodar la maleta por las aceras va haciendo ruido, porque, encima, hay que ir caminando desde Renfe al autocar.  Eso sin contar con que el tren no tiene pasarela para que la gente lleve peso o vaya en silla de ruedas.
Los pasos rebajados inexistentes en Calafell, en Barcelona y en Zamora. Yo aún que llevo una maleta, pero pienso en los discapacitados, nuevamente, y lo de la eliminación de las barreras arquitectónicas, eso si que es una quimera como dice el Rey de la Independencia de Catalunya.
Hay dos autocares ALSA a Zamora, uno diurno y otro nocturno. Este último que fue el que cogí, va hasta Santiago de Compostela y hay que hacer transbordo en Burgos a las 3 y media de la madrugada.
Yo había sacado el billete por Internet y el autobús salió puntual a las 19,30 de la tarde, recogió pasajeros en Sants y siguió hasta cerca de Zaragoza donde paró 40 minutos para cenar y descansar. Después hasta Logroño y después hasta Burgos. Ya tenía el cuerpo doblado y dolorido porque, por mucho que digan, dormir es difícil.

La hora de salida de Burgos era a las 3,30 de la madrugada y a esa hora todavía estábamos como a 40 km., por lo que, como no había ido nunca, pensaba: ¿Y si el autocar se marcha, que hago todo el día en Burgos?, pero, afortunadamente, todo está organizado y el autocar espera a que llegue éste para transferir a los pasajeros.
Finalmente a las 7,15 de la mañana, llegamos a Zamora, noche cerrada, porque con el cambio de hora amanece 60 minutos mas tarde que en Cataluña y empecé a organizarme un poco.
Estos días me estoy situando, acudiendo a los contactos y viendo si puedo tener un horizonte un poco mas claro que en Tarragona.
¿La esperanza?, pues aquí la gente trabaja, es una ciudad pequeña y hay de todo. Por lo menos veo a gente y dichas personas me escuchan.
Vamos a ver que me deparan los próximos días. La ilusión está ahí.

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