domingo, 11 de noviembre de 2012

MEMORIAS DE UN PARADO LXXVIII - Teatro -

Esta mañana, que me he lavantado temprano para ver que había por la Ciudad un Domingo por la mañana, mejor que me hubiera quedado en la cama, ya que el panorama no podía ser mas desolador.

Todos los negocios cerrados, apenas una cafetería abierta, restos de la fiesta del sábado noche, una pareja de jovencitos en plena faena "romántica" en la calle Herreros y otros con intención de atracar el estanco en la calle de Santa Clara.

Cuatro personas perdidas por la calle (entre los que me encontraba yo), por lo que solo quedaban tres. Un frío que pela y poca cosa mas.

No se si se trata de la crisis, de que el Domingo no hay vida social o que todo el mundo anda por los pueblos a por provisiones para el resto de la semana o a buscar setas que se está convirtiendo en un negocio, dadas las penurias por las que está pasando la población española.

Por lo menos, los deshaucios han parado, pero ha tenido que haber varios muertos para que las partes se tomen esto en serio.

Ahora el día 14 se aveecina una huelga general. Muchos no irán para no menguar mas sus exiguos salarios, otros porque su continuidad en el empleo pende de un hilo, otros porque son contrarios a este tipo de movilizaciones, pero los políticos debían de pensar, que tal y como estamos no vamos a ninguna parte. Que la desesperación, no ya de sobrevivir, sino de llevar algo a la boca, es imposible para muchas familias.

La vuelta al pueblo es una de las soluciones. Plantar tomates y verdura para poder comer, no deja de ser una alternativa. Dejar el pueblo para ir a la Ciudad como ocurrió en el siglo pasado, no parece hoy en día algo aconsejable, ya que lo único que pudiera ocurrir es que se engrosarían las listas del paro y las bolsas de pobreza de las grandes Ciudades.

Si acudimos a los medios de otros países (incluso de la Unión Europea), como se hizo en otros tiempos, veremos que, a pesar de que aquí nos quieran pintar la situación llena de señales y "brotes verdes", lo cierto es que no convencemos a nadie y que la pobreza y desesperación campan por sus fueros.

La vida cultural es inexistente, la creatividad no existe, los cines y teatros están vacíos, el I+D de las empresas son departamentos que han pasado a la historia.

Lo peor es la desesperanza de que no hay solución. Quizá como la canción "Teatro, la vida es puro teatro"

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