viernes, 16 de noviembre de 2012

MEMORIAS DE UN PARADO LXXXII - Aceña-



Muy cerquita de Roda de Bará, en la provincia de Tarragona, hay un desvío, el cual indica "La Sínia".
Hace poco, al oir esa palabra en otro ámbito, pregunté por su significado. Me dijeron: "Eso es una Noria de Agua". Curioso, pensé, dado que en León, entre Villomar y Villaquite (cerca de Mansilla de Las Mulas) hay una finca que se llama "La Cénia" y cerca de allí, a caballo del río Esla un antiguo Molino reconvertido en vivienda. Es probable que el origen de la palabra quiera significar lo mismo.

Pues, bien, en Zamora, a los molinos que hay en el Río Duero y que en su día servirían para las labores de molienda, se llaman "Aceñas". Hay especialmente una que se llama "La Aceña de Olivares", la cual quiere ser objeto de una especial protección.

Por otro lado, en el suplemento de uno de los diarios de Zamora, aparecía la recuperación del lenguaje que se estaba produciendo en las comarcas de Sanabria, haciendo eco del pasado "bereber", durante la ocupación árabe. Así me llamó mucho la atención que para designar a los "abalorios" de las mujeres se utilizaba la palabra "arrecades", que curiosamente es lo que quiere decir "pendientes" en catalán.

Y es que por mucho que se empeñen los políticos en enfrentarnos los unos con los otros, no somos tan diferentes. Bueno los hombres somos de Marte y las mujeres de Venus, pero aparte de eso, creo que podríamos unirnos mas para una solidaridad conjunta y apartar a quien se tiene que apartar, que son aquellos que impiden el progreso social.

Hace mucho tiempo que decían también: "el hombre era cazador y la mujer recolectora". Naturalmente remontándose a la época justo anterior a los primeros asentamientos humanos. Y que eso había perdurado hasta nuestros días, por ejemplo cuando los hombres vamos a comprar, que vamos a "tiro fijo" (cazador) y sin embargo la mujer, tanto para ella como para la familia, se entretiene en escoger aquello que considera mejor.

Aunque, en el poder, parece que con "Merkel" la cosa no nos pinta demasiado bien, aunque tampoco con Rajoy o Zapatero. Quizá lo mejor para que esto cambie sea un consenso entre todos.

La cosa va para largo, ahora parece que los cañones apuntan a Francia, pero los gobernantes galos dicen que el mismo modelo no funciona en todas partes y que ellos tienen sus peculiaridades.

Eso es lo que necesitamos aquí, un modelo productivo que todavía no hemos cambiado y que estaba basado en el ladrillo. Los políticos está claro que no tienen ni idea de por donde tirar, pero ya pueden ir pensando en algo, porque la paciencia de todo el mundo se va acabando.

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