martes, 25 de diciembre de 2012

MEMORIAS DE UN PARADO CVII - Acostumbrarse -

Parece que he traído el mal tiempo de Zamora, Ayer aquí hizo un día gris, medio nublado, con medio niebla. El típico tiempo de principios de invierno que solemos tener por esta zona.

Me pasé el día con mis nietos y los disfruté de verdad. El mayor me explicó todo. Que el estaba en la mesa amarilla en el cole, quien había en su mesa y en todas las restantes, hicimos carreras, no solo a pie, sino que cuando fuimos a buscar los encargos que había hecho la familia en Tarragona, fueron competiciones de Formula 1 (de Alonso, dice Gerard), los tres subidos en el carrito de la compra a toda velocidad por los pasillos del súper. No nos ganó nadie.

También nos hicimos una foto con Papa Noel, jugamos con balones de fútbol de reglamento, merendamos y regresamos, agotados de verdad, para la cena de Nochebuena.

Mis padres y mis hermanos me dieron una ayuda, la cual les agradezco muchísimo. Mis hijos lo han hecho todo el año.

Ahora se me ha acabado la prestación por desempleo y el panorama empieza a estar muy crudo.

Al final, el Gobierno y los que mandan a éste, consiguen su objetivo. Que tantas personas nos vayamos integrando en la pobreza mas absoluta.

Te acostumbras a no tener dinero para arreglarte la dentadura, ya que se me han caído dos empastes y no puedo permitirme el lujo de ir al dentista. En la Seguridad Social eso no entra, solo extracciones. En alguna Comunidad pagan alguna cosa, pero no es el caso de mi tarjeta sanitaria que pone CAT-SALUT y existe un especial interés en que los ciudadanos seamos pobres, porque hablan de subir todos los impuestos y de poner algunos nuevos. De poner tasas a los depósitos bancarios para acabar de quedarse con todo.

También te acostumbras a no encender la luz, mas que la imprescindible, de no gastar agua, de no poner la calefacción, de no comprar ropa e ir gastando la que quedó de tiempos mejores. De no llevar el coche al taller para nada, hasta que se quede parado y tenga que ir al desguace. De no comprarse un libro ni una revista y por supuesto no ir al cine.

También te acostumbras a que de vez en cuando llame el Banco para presionarte y decir que falta dinero, para ver acto seguido por la tele, al que te ha llamado, con una pancarta en la puerta del banco, pidiendo tu apoyo y comprensión porque lo van a despedir.

Y es que los que estan trabajando, todavía van manteniendo un estatus, pero es que a mí me están ofreciendo salarios de 500€ al mes y así, aunque trabaje, nunca podré salir del bache.

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