MEMORIAS DE UN PARADO CXVI - Alicante .

Parece que el nuevo año ha empezado bien. Voy a ver si colaboro con un grupo de empresas de Elda y empiezo a trabajar, que buena falta me hace.

El viaje fue agotador. Me llevó un amigo desde Zamora hasta Madrid, donde comí con la familia, ya que los parados tenemos que mirar hasta la última peseta que nos gastamos. Bueno, ahora hasta el último céntimo de euro.

Después de Madrid a Elda en autocar, pero que se me hizo corto porque aproveché a estudiar el máster que estoy haciendo, que hay que prepararse en esta vida y no anquilosarse.
En mi profesión es imprescindible estar al día porque tanto la legislación económica como la laboral cambian a pasos agigantados. No en vano, cuando acabé la carrera los apuntes fueron directamente al desván, porque en poco tiempo quedaron obsoletos. Es mas, cuando acabé, había mucha parte de la legislación que ya no era la misma.
Por eso, el que se quiera dedicar a esto, si no piensa abrir un libro nuevo, leerse los boletines, ir a cursos de formación, etc. mas vale que se dedique a otra cosa.
No me imagino, en el campo laboral que defiendas a alguien y el juez, como ha pasado alguna vez te diga: "oiga, vaya a estudiar de nuevo porque esta legislación está totalmente cambiada".. Que ridículo y vergüenza te debe de invadir.

Total, volviendo al viaje,  desde las 9,30 de la mañana que salí hasta las 22,30 que llegué a Elda, con una importante parada en Madrid, de bastantes horas.

Debo de ser mas de pueblo que las amapolas, porque aunque soy de Barcelona, llevo mas tiempo viviendo fuera que dentro, a pesar de mi especial vinculación con mi Ciudad natal.

Es por ello, que Madrid me agobia. Iba como los pueblerinos, con mi pequeña mochila agarrada y mirando para todos lados y sin fiarme de nadie que pudiera llevar detras o delante. Eso sí, como mi amigo me dejó en Callao, aproveché a cambiar la lotería en Doña Manolita, a ver si hay suerte y se acaban las penalidades.

Y tanta gente que había por todas partes, que parecía acosado. Que Ciudad mas importante, como Barcelona, como Londres, como París o Nueva York. Son ciudades que tienen su vida propia, que se encuentran en un país, pero que por estar, porque son completamente diferentes, cosmopolitas, llenas de todo tipo de personas y condiciones.

Me hizo mucha gracia, que me llamó mi esposa por teléfono y para despedirnos siempre tenemos la costumbre, que aprendí de mis tiempos en Italia, de decir "Ciao, Ciao, Ciao", pues un señor del autobús, que también viajaba con si esposa empezó a repetir "Chau, Chau, Chau" porque había escuchado toda mi conversación.

Después, en el mismo autobús, ya que tenía un recorrido de mas de media hora, me llamó la persona con la que iba a comer, para ver por donde iba:

"Espera, que te lo digo, que miro la calle"

y antes de que leyera el cartel, otro Sr, me contestó: "esta es la calle Alcalde Olleros", creo que era esa calle, porque soy un desastre para los nombres, por lo que el Sr. también estana escuchando mi conversación telefónica.

Que cotillas, ¿no?, porque a mi nunca se me ocurriría hacer eso, pero se conoce que los jubilados se aburren y necesitan experiencias nuevas, aunque sean las de interesarse por la vida de los demás.

Aquí en Elda, también hace bastante frío y este fin de semana es la media fiesta, porque se ve que unos años atrás, se celebraban las fiestas de "Moros y Cristianos" en estas fechas, pero debido a las inclemencias del tiempo en el mes de enero, decidieron trasladarlas a fechas mas cálidas, aunque se sigue conservando el hecho de disfrutar de estos días, pero sin fiesta.

En Calafell, también debía de haber este tipo de fiestas, pero las quitaron, porque los primeros ahora son mayoría y ganaban. Como decía Buenafuente: Este chiste es mío y malo.