viernes, 1 de febrero de 2013

MEMORIAS DE UN PARADO CXXIV -Menú barato-

Hoy hace un día bastante bueno, por lo menos luce el sol.
Hace algunos años, en los buenos tiempos que parecen muy olvidados, salía a pescar en el barco de mi cuñado.
A mí lo que mas me gustaba era la técnica del "curry", que es que tienes un sedal muy largo, atado a una madera y lo vas soltando mientras la barca va navegando muy poco a poco.
Al final del sedal hay un engaño, normalmente en forma de pequeño pez o calamar, con anzuelos, para que los peces piquen.
Cuando lo hacen hay que recoger el sedal a mano y luchar con el pez, lo cual es muy divertido y entretenido.
Lo curioso es que, como en la vida real, los grandes no son los que mas tiran y los pequeños no son los mas astutos.


Parece que estos días abundan las noticias acerca de bares, cafeterías y restaurantes, que de una u otra manera están ayudando a las personas necesitadas.

Ciertamente, los géneros, en comparación con el precio final que se paga por un plato en el restaurante, no es demasiado significativo, dentro del "escandallo". Lo que cuesta es la elaboración, la mano de obra y los gastos generales (que me van a contar de los gastos generales), por lo que, como igualmente hay que pagar la nómina de camareros y cocineros, pues se ayuda a la gente, dando un plato de comida o rebajando los precios hasta lo inimaginable en otra época.

Yo conozco el tema del Sr. Franco (apellida así), en Segur de Calafell, al cual le han hecho varios reportajes en prensa y televisión, que los jueves da comida a los necesitados o al que quiera ir.
El que puede deja dinero en la hucha, el que no puede pues al menos come un plato caliente.

Ayer salía otro restaurante en baleares, que mas o menos hacía lo mismo. Ahora el Café Santa Ana, que para que ninguna opción política se mosquee dice: "recortamos con cariño", porque no se trata de molestar a nadie, sino que no le falte, por lo menos de comer, a nadie.

Mientras tanto, la cosa está muy liada con los famosos pepeles de Bárcenas. Presuntamente, junto con la nómina, entregaban un sobrecito con dinero a trabajadores y altos cargos, suponiendo que el sobrecito pequeño era para el trabajador de las oficinas del PP y el sobrazo para los altos cargos.

Cuando yo llevaba departamentos financieros en las empresas, vi que era una práctica habitual de que empresa y trabajador acordaran una nómina que muchas veces no tenía nada que ver con la realidad.
El trabajador no preveía las consecuencias de que todo su salario se lo pusieran en la nómina (bajas, vacaciones, jubilación, etc.) y el empresario lo justificaba diciendo que la seguridad social era muy cara y con ese dinero podía hacer otras cosas.

Yo me negué siempre a ese tipo de prácticas. Nunca cobré sobresueldos y cuando trabajaba por mi cuenta, siempre entregué la factura correspondiente, a pesar de tener que contribuir a las arcas el estado de forma muy generosa.

Ahora, con todo esto, no se sabe que va a pasar. La indignación de los desfavorecidos, para con la clase política, en general, es muy patente y palpable. Supongo que, como siempre, no pasará nada.

Algún insulto mas en este blog por denunciar la situación y poco mas.
Nunca borro los comentarios, pero tampoco voy a aguantar que en mi blog se publiquen esa serie de barbaridades.
Además, siempre como anónimo.

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