martes, 26 de febrero de 2013

MEMORIAS DE UN PARADO CXXXVIII - Nieve-

Esta mañana sigue haciendo mucho frío en Elda, aunque nada comparable a el día de ayer por la tarde en el que las manos y la cara se quedaban heladas.

Ha salido el sol y como decía el título de la película: "amanece que no es poco". Un nuevo día.
Cuando llegará, de verdad, ese nuevo día en el que se acabe el sufrimiento de las familias, que se acaben los deshaucios y que los culpables de esta situación acaben con sus huesos en la cárcel, de una vez por todas.

Donde yo estoy, por la tele, no se ve Intereconomía. Con lo divertida que es y las tonterías que dicen. Sin embargo se ve otro engendro parecido que se llama "el cascabel al gato". No se como se llama la cadena, pero sale dirigiendo a los comparsas Antonio Gimenez (no se si es con G o con J), que se ha cambiado de cadena, pero no de ideas.

Ahora, eso sí, donde antes todo eran elogios para muchos dirigentes de la derecha, ahora se desmarcan por completo, no sea que la audiencia piense que apoyan la corrupción. Anda que no son listos ni nada. Porque hasta hace cuatro días Bárcenas era la honradez personificada y todos los ataques iban dirigidos contra otros que le querían hacer la vida imposible, desde la izquierda, claro. Cuando, pobrecito, vaya desgracia tenía con haber tenido tantas ganancias en bolsa y operaciones inmobiliarias. ¿acaso tenía él la culpa de haber amasado una fortuna en Suiza?

Por otro lado la Princesa Corinna, que dice que le ofreció un trabajo a Urdangarín por 220.000€ anuales (no especifica si brutos o descontando seguridad social e IRPF) y que no lo aceptó porque le parecía poco.

Pero si para un responsable de contabilidad y administración, aparecen en infojobs trabajos que ofrecen entre 18 y 24 mil euros brutos anuales. ¿que había que hacer para que te pagaran 220 mil euros?

Me parece que eso es un insulto a la inteligencia y sobre todo a los parados que se encuentran en una situación desesperada, a punto de perder su vivienda, con la nevera vacía y sin nada para comer.

Aparte de todas estas cosas, un recuerdo de mi niñez, cuando he visto esta foto, con la nieve en Barcelona.


Cuando yo era pequeño vivía en un barrio de la Ciudad que se llama Vilapiscina, al lado de Horta.
Como está en la parte alta, se veía la nieve, algunas veces en invierno.
Me acuerdo de ir al colegio, atravesando el parque del Turó de la Peira y que los charcos estuvieran helados.
También me acuerdo de ir a Vallvidrera, con mi aubelo, porque aunque por la parte del Tibidabo que asoma a Barcelona no hubiera mucha nieve, por la parte contraria estaba hasta arriba. Para un niño pisar la nieve siempre era un motivi de alegría y diversión.

Eso es lo que han hecho mis nietos estos días. Ir un poco hacia el interior de Tarragona para pisar nieve.
Y como lo han disfrutado. Su alegría es la mía.

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