Hoy hace mucho calor en Zamora. Lo he notado porque he venido cargado de cajas llenas de otras cajas, como si se tratara de una "matrioska", para ir metiendo las pocas cosas que tengo y llevarlas al pueblo.
No me queda otra, ya se acabó el dinero para el alquiler y para todo. Queda lo justito para poner la gasolina de llegar allí, como en aquellas películas americanas que comienzan su argumento con un coche renqueante que para, justo en el pueblo, donde se desarrolla el filme.
Bueno, que le vamos a hacer, fue bonito mientras duró, pero se acabó la aventura zamorana.
Ahora no sé lo que me deparará la vida ni a donde iré. Se que de momento voy al pueblo, pero después veremos lo que sucede.
Dejo campo libre a los que he criticado, para que puedan continuar con sus estrategias de futuro y seguir haciendo de esta Ciudad un lugar que cada día tiene menos habitantes, mas pisos cerrados, mas edificios a la venta, menos trenes y menos AVE (dice la prensa que lo paran).
Nos iremos a otro sitio a seguir denunciando las injusticias, a ser la voz del parado y del desfavorecido.
Pronto se cierra otro capítulo mas, a no ser que la Sra. Alcaldesa o el Presidente de la Diputación, hagan algo por mí y me pueda quedar. O me toque la lotería. Todo es difícil.
1 comentario:
animo carlos y sigue luchando saludos
Publicar un comentario