sábado, 20 de julio de 2013

MEMORIAS DE UN PARADO CCXXVIII - Sábado -

Aunque en el mediterráneo y pirineos están sufriendo tormentas fuertes, aquí el clima está estancado y hace fresquito por la mañana, luego calienta el sol, después abrasa y por la tarde a la fresca se levanta un poco de aire. Es como la vida por estos parajes, está estancada, la gente vive, piensa y muchas veces actúa, como cuando yo era pequeño y venía a ver a mi abuelo.

Si vas por la calle, saluda.
Si te invitan, invita.
Si te hablan, contesta.

Pero lo que no dice nada el manual es lo que tienes que hacer cuando cotillean tu vida.
El otro día tuve una reunión y lógicamente, tenía el movil en silencio.
Cuando salí de la reunión, mi teléfono es un android y tenía llamadas perdidas, mensajes, correos y Whatsapp. Lo iba mirando, cuando un grupo de señoras me dice: "no, tiene que ir a la esquina de la piscina", pensando que quería llamar y no tenía cobertura. Pero ¿les importará a las cotillas lo que yo estaba haciendo con el móvil?.

Mira, que he ido a León muchísimas veces, pero, de verdad que nunca había visto este cotilleo.
Quizá porque en León los pueblos son de 60 habitantes y nos conocemos todos.
Quizá porque tienen mas cercanía a la Ciudad o al centro de la Comarca.
No se lo que es, pero aquí es algo serio.
Menos mal, que cada vez hay menos gente que no sabe quien soy y los rumores se van apagando.

Además, mi casa es como vivir en la selva con Tarzán y la mona Chita.
Hay unos perros ladrando en la finca de atrás, hay pájaros que se acercan hasta la puerta de la oficina, para ver que hago y contárselo a Montoro o De Guindos.
Se ven halcones volando, como si fueran Mirage, en busca de objetivos
Las avispas que pretendían hacer un nido en el hueco del pestillo de la chapa que protege la puerta.
Las abejas a su trabajo de polinización.

Pero lo mejor es que siempre, cuando llego a casa, me siento un rato en el huerto, para hablar con Blanquita, relajarme para después, ya, ir a dormir.

El huerto estaba, por un lado, iluminado por las estrellas y la luz verde de las luciérnagas, que curiosamente en León les llaman "cocos de luz". Después las salamandras que adornan la pared y que ya son de la familia.
Todavía no he visto animales mas grandes, pero cualquier día aparecen.

Aunque anoche, duró poco el hablar con Baloo, porque estaba reventado de cansancio.
Ayudé a mis amigos, tuve otra reunión, hice la colada, limpié la casa, puse y recogí la mesa donde mis padres, le puse el lavaplatos, tendí la ropa, la recogí.

Lo único que no hago es cocinar, que lo hace mi madre.

Esta mañana a las 7, ya me estaban llamando y después estuve luchando contra la puñetera página 18bis del impuesto de sociedades.

Si lee esto algún asesor fiscal y tributario, abogado o contable, pues sabrá la historia que se ha montado Montoro, para fastidiar aún mas al contribuyente. En este caso al empresario que es el que hace ese impuesto.

Se trata de que los gastos financieros tienen un límite de deducción, por lo que hay que andar con muchísimo cuidado con las cosas que se hacen.

Los de Hacienda, como siempre, intentando hacer amigos.

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