lunes, 26 de agosto de 2013

MEMORIAS DE UN PARADO CCLIV - Botellón -

Durante toda la noche se levantó un aire frío y molesto que ha hecho bajar las temperaturas durante toda la mañana. Por la tarde sigue haciendo brisa de menor intensidad y el sol ha vuelto a apretar de lo lindo.

Esta noche, no se si fue el "nestea" que me tomé porque tenía sed o las preocupaciones, el hecho es que no dormí nada y a las 5 de la madrugada estaba completamente "ojiplático". Encima, lo poquísimo que dormí tuve sueños de lo mas raros, que hicieron que no descansara nada.

Calafell, ha salido en las noticias, por culpa del botellón que hacen los chavales en la playa.

El botellón está mal y que los menores beban todavía está peor, pero me parece que el Alcalde Joan Olivella no ha estado muy fino.

Es normal que si se quiere preservar Calafell como destino de vacaciones familiar no se permita el botellón y que jovencitos y jovencitas se pongan ciegos, pero donde no ha estado fino es en lo de que "hay que proteger al comerciante", porque el del supermercado está encantado. Quien quizá no lo está son los dueños de pubs y discotecas que hacen su bandera de los precios abusivos y no solo a los chavales.

Un cortado 1,50€, una caña a palo seco 2,70€, una horchata casi 3€ sino es mas y así sucesivamente.

Todavía recuerdo la época en la que se cortaba el agua de las fuentes públicas para que la gente acudiera a los bares a comprar agua fresca y pagarla al precio que al "botiguer" le diera la gana.

En las épocas de bonanza, por la tarde las playas estaban vacías ya que la gente, que en general disponía de dinero, acudían a dar un paseo, tomarse algo o visitar otras poblaciones.

Después con la crisis, ya llevábamos algunos años en las que el personal apuraba hasta casi la noche la playa porque es de las pocas cosas gratis que todavía quedan.

Los "botiguers", los intereses económicos de la población, que siempre han dominado el Ayuntamiento, hace años que sacaron una ordenanza municipal, por la que no se podía comer en la playa. Ahora, aunque sigue esa ordenanza en vigor, los Policías Municipales ya no hacen la ronda, requisando bocadillos, puesto que saben que la gente no puede ir a comer a un restaurante donde lo que cuesta les va a permitir comer por lo menos una semana y si no compran en la pequeña tienda de comestibles de Calafell, dos.

Pusieron, hace años un Caprabo en Calafell, con dos edificios, uno para alimentación y otro para bazar, con el engaño de que iban a dar trabajo a la población y que aquello iba a ser la "panacea" de las compras. Incluso le dieron los electrodomésticos a una tienda local del mismo ramo, que amplió en el edificio del bazar. Se trataba de Electrodomésticos Mari Carmen, tienda arraigada en Segur de Calafell.

Al cabo de poco tiempo, tuvieron que dejar aquello debido a que se tenía que poner Miró, como ocurría en todas las grandes superficies donde estaba Caprabo.

Tampoco los accesos a la zona eran una maravilla, siendo una ratonera salir de allí y con dos gasolineras una al lado de la otra, revelando la poca visión de un Ayuntamiento que concedía licencias a troche y moche.

Caprabo cedió muchas de sus grandes superficies a Eroski, pero continuó con la misma política de precios y deterioro, tanto en el mobiliario como en el personal.

Era mucha gente la que se quejaba de que las cajas estaban muy sucias y se mezclaba, en la cinta, el pescado con la carne, con el detergente, con el abono para plantas y con el veneno para ratones, transcurriendo toda la jornada sin que la señorita al cargo decidiera limpiarla. Si se le pedía decía que tenía mucho trabajo (incluso en invierno cuando apenas había afluencia de público) y no podía hacerlo.

Cuando empezó la crisis económica, a finales del año 2007, con la paralización de la construcción y por lo tanto de la población de Calafell, que vivía de ello, aquello empezó a ser el principio del fin.

Los multicines apenas tenían público, McDonalds solo servía para que los muchachos pasaran por McAuto y llenaran de basura en forma de envases del payaso todo Calafell.

Eroski iba mal en alimentación y peor en el bazar.

Hace unos meses volvió a tomar las riendas Caprabo, volvió a pintar aquello de azul contra el rojo de Eroski y el Bazar lo cierran ya. La alimentación no se sabe lo que durará, pero me temo que poco. El tiempo que dure que acaben Mercadona en el edificio del "Mercat" de Calafell y se morirá definitivamente Caprabo-Eroski-Caprabo.

Y es que nuestro querídísimo Ayuntamiento no ha sabido apostar en serio por el comercio cercano, mas que el de la cultura del pelotazo. Paga esto por una botella de agua o no te la tomes y tampoco ha sabido promocionar la población como centro comercial de los alrededores.

Quizá la política de grandes superficies supera a unos alcaldes de pueblo que van a hacer todo lo posible por mantener contento a su respectivo partido y les permitan seguir en las listas.

Quizá esta crisis económica ha sido demasiado para ellos y han visto como una población que era boyante se ha muerto.

Quizá los turistas desean, en estos tiempos de crisis, otro lugar para veranear.

La cuestión es que ahora están pagando el pato de que los botiguers abusen con los precios unos chavales que hacen botellón, aunque si les doy la razón en que beber es malo y si son menores está prohibido hacerlo en España.

Mientras tanto, a muchos kilómetros de allí, mi huerto puede ser que tome forma de jardin zen, si mi hermano Javier, el gran especialista en temas asiáticos y en el que confío plenamente, me orienta el respecto.
Ayer empezé con los árboles y la decoración de las piedras. Vamos a ver que sale de todo esto.







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