Esta mañana, el día empezó muy pronto, antes de que clareara, ya que quería dejar las cosas hechas para poder ir tranquilo a Vitigudino para hacer "los mandaos".
Amaneció fresquito, pero después siguió calentando, aunque lo cierto es que ya no es esa temperatura agobiante del mes de julio o principios de agosto. El Lorenzo tiene mas mesura con los mortales, que estos días de atrás.
Además, mientras en toda España están llegando las tormentas, aquí, la brisa, a veces fuerte, impide que se fijen las nubes y no se ve ninguna en el horizonte que treiga un poco de agua.
Los mandaos consistían en ir al "Dia" que junto con "el Arbol" son los únicos supermercados que hay en Vitigudino, por cierto, muy poco surtidos. Después tenía que ir a saludar a Iñaki y Toño, que son los propietarios de La Tórtola, y a que me regalaran un cable USB, para el teléfono porque he perdido el mío. Bueno, yo nunca pierdo nada, lo que pasa es que a veces no lo encuentro.
También me fui a comprar un cable HDMI, para ver los partidos de fútbol del ordenador a la televisión y después ir a comprar plantel de lechugas (de verano, no de primavera) que costaban 15 planteles 1 euro, osea que no era caro y una malla para tapar el sembrado y que los pájaros no puedan disfrutar de las lechugas antes que yo.
Por la tarde arreglé el huerto y ya lo tengo muy perfilado para que pase de la categoría de huerto a la de jardín. Me queda limpiar la tierra de piedras pequeñas y trozos de ladrillo, que hay mas que en una cantera y encontré una herradura, por lo que seguro que me va a tocar el bote del euromillón y se van a acabar las penurias para siempre.
Así ha transcurrido el día, para mi bastante bien, pero si lo pensamos friamente, sin pena ni gloria, como le ocurre al común de los mortales.
Siempre hay que pensar en la canción de Joan Manel Serrat: "Hoy puede ser un gran día, plantealo así".
Eso es lo que hay que hacer.
Amaneció fresquito, pero después siguió calentando, aunque lo cierto es que ya no es esa temperatura agobiante del mes de julio o principios de agosto. El Lorenzo tiene mas mesura con los mortales, que estos días de atrás.
Además, mientras en toda España están llegando las tormentas, aquí, la brisa, a veces fuerte, impide que se fijen las nubes y no se ve ninguna en el horizonte que treiga un poco de agua.
Los mandaos consistían en ir al "Dia" que junto con "el Arbol" son los únicos supermercados que hay en Vitigudino, por cierto, muy poco surtidos. Después tenía que ir a saludar a Iñaki y Toño, que son los propietarios de La Tórtola, y a que me regalaran un cable USB, para el teléfono porque he perdido el mío. Bueno, yo nunca pierdo nada, lo que pasa es que a veces no lo encuentro.
También me fui a comprar un cable HDMI, para ver los partidos de fútbol del ordenador a la televisión y después ir a comprar plantel de lechugas (de verano, no de primavera) que costaban 15 planteles 1 euro, osea que no era caro y una malla para tapar el sembrado y que los pájaros no puedan disfrutar de las lechugas antes que yo.
Por la tarde arreglé el huerto y ya lo tengo muy perfilado para que pase de la categoría de huerto a la de jardín. Me queda limpiar la tierra de piedras pequeñas y trozos de ladrillo, que hay mas que en una cantera y encontré una herradura, por lo que seguro que me va a tocar el bote del euromillón y se van a acabar las penurias para siempre.
Así ha transcurrido el día, para mi bastante bien, pero si lo pensamos friamente, sin pena ni gloria, como le ocurre al común de los mortales.
Siempre hay que pensar en la canción de Joan Manel Serrat: "Hoy puede ser un gran día, plantealo así".
Eso es lo que hay que hacer.
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