Esta mañana lucía el sol y lo sigue haciendo, con una temperatura de 25º dentro de casa y 32º al sol.
Hemos aprovechado el día para ir a Portugal y que mis padres no se queden sin hacer una visita obligada por estos lares como es ir a Miranda do Douro.
Es el camino natural. Desde Zamora a Bermillo de Sayago y desviarse hacia el Duero. Allí hay un embalse, se atraviesa por un puente internacional, se sube por una carretera y nos encontramos con el pueblo.
Tiene su encanto y está muy cuidado, pero las tiendas están en una especie de barrio de nueva construcción donde estan todas alojadas.
Casi todas tienen la misma mercancía compuesta por café (yo compré Palmeiras, pero hay otro también bueno que se llama Delta), toallas, sabanas, ropa (poca calidad), muebles y lámparas, vino de Porto y unos gallos típicos que están hechos con una tela que predice el tiempo. Si está azul es que hará bueno, pero si se pone rosa es que va a llover y es que cambia de color totalmente. Siempre he tenido en casa y los hay de distintos tamaños. También hay alambiques de cobre para hacer el orujo, mucho corcho ya que son los primeros productores mundiales y bacalao (en el pueblo), estrella de la cocina portuguesa. Tanto el pueblo como los alrededores tienen paisajes muy bellos, con un Centro de Interpretación del Duero que consiste en un barco, un "bateau" como dirían los franceses de esos barcos que recorren el Sena, que enseña principalmente la fauna salvaje que habita las orillas del río.
El vino normal típico de esa zona es el paloteiros, que se puede beber pero no es de paladar al que estamos acostumbrados los españoles, es un poco mas ácido y tiene un sabor peculiar.
Comer es muy barato y abundante. Por menos de 8 euros se puede comer un menú importante, con vino y agua, postre y café.
Como Portugal es un país pequeño, esa zona no es tan periférica como lo es la fronteriza en España, dejada de la mano de Dios, con paisajes abandonados y despoblados en los que solo hay sitio para algún rebaño de ovejas.
Funciona bien Portugal, o funcionaba bien hasta que a la Troika, con la Merkel a la cabeza se le ocurrió meterse con ellos. Lo bueno del caso es que les pusieron deberes a los portugueses, los cumplieron y no llegaban, Les pusieron mas deberes, los cumplían y seguían sin llegar, porque lo que quieren los hombres de negro es sangrar totalmente al país y dejarlo en la miseria mas absoluta. Ahora, parece ser, que no les hacen caso y están empezando a salir del pozo.
En general, se trata de un pueblo culto. Todos con los que me he relacionado en mi vida profesional hablaban inglés perfectamente, no como Ana Botella y su relaxing cup, ni como Rajoy que no tiene ni puñetera idea y en las grandes superficies de Lisboa, Blanquita y yo veíamos que los negocios mas concurridos eran las librerías (de libros no de revistas).
Pero como nuestros políticos no se plantean el cumplir, ni quitar sueldos, ni personal puesto a dedo, ni administraciones que no tienen competencias, ni coches oficiales, ni subvenciones a partidos y sindicatos, de lo demás ni siquiera vamos a hablar.
Varias personas me han escrito para decirme que en el Intermedio de ayer, lunes, les dieron caña por lo de los Juegos Olímpicos y que fue sin piedad. Voy a ver si después lo veo a la carta, porque ayer no tuve tiempo, aunque como hay pachangada de fútbol, solteros de España, casados de Chile o algo así, igual miro eso.
Mientras tanto la gente ya se va marchando de Pereña, como lo haran mañana de las zonas de playa en Catalunya, ya que empiezan los coles y hay que estar en la Ciudad.
Mis lechugas siguen creciendo y como recuerdo de la fiesta de Pereña y de los talleres que se hicieron mientras había un poco de dinero en el pueblo, un guernika de Picasso, tallado en madera, símbolo de la Paz Universal.
Hemos aprovechado el día para ir a Portugal y que mis padres no se queden sin hacer una visita obligada por estos lares como es ir a Miranda do Douro.
Es el camino natural. Desde Zamora a Bermillo de Sayago y desviarse hacia el Duero. Allí hay un embalse, se atraviesa por un puente internacional, se sube por una carretera y nos encontramos con el pueblo.
Tiene su encanto y está muy cuidado, pero las tiendas están en una especie de barrio de nueva construcción donde estan todas alojadas.
Casi todas tienen la misma mercancía compuesta por café (yo compré Palmeiras, pero hay otro también bueno que se llama Delta), toallas, sabanas, ropa (poca calidad), muebles y lámparas, vino de Porto y unos gallos típicos que están hechos con una tela que predice el tiempo. Si está azul es que hará bueno, pero si se pone rosa es que va a llover y es que cambia de color totalmente. Siempre he tenido en casa y los hay de distintos tamaños. También hay alambiques de cobre para hacer el orujo, mucho corcho ya que son los primeros productores mundiales y bacalao (en el pueblo), estrella de la cocina portuguesa. Tanto el pueblo como los alrededores tienen paisajes muy bellos, con un Centro de Interpretación del Duero que consiste en un barco, un "bateau" como dirían los franceses de esos barcos que recorren el Sena, que enseña principalmente la fauna salvaje que habita las orillas del río.
El vino normal típico de esa zona es el paloteiros, que se puede beber pero no es de paladar al que estamos acostumbrados los españoles, es un poco mas ácido y tiene un sabor peculiar.
Comer es muy barato y abundante. Por menos de 8 euros se puede comer un menú importante, con vino y agua, postre y café.
Como Portugal es un país pequeño, esa zona no es tan periférica como lo es la fronteriza en España, dejada de la mano de Dios, con paisajes abandonados y despoblados en los que solo hay sitio para algún rebaño de ovejas.
Funciona bien Portugal, o funcionaba bien hasta que a la Troika, con la Merkel a la cabeza se le ocurrió meterse con ellos. Lo bueno del caso es que les pusieron deberes a los portugueses, los cumplieron y no llegaban, Les pusieron mas deberes, los cumplían y seguían sin llegar, porque lo que quieren los hombres de negro es sangrar totalmente al país y dejarlo en la miseria mas absoluta. Ahora, parece ser, que no les hacen caso y están empezando a salir del pozo.
En general, se trata de un pueblo culto. Todos con los que me he relacionado en mi vida profesional hablaban inglés perfectamente, no como Ana Botella y su relaxing cup, ni como Rajoy que no tiene ni puñetera idea y en las grandes superficies de Lisboa, Blanquita y yo veíamos que los negocios mas concurridos eran las librerías (de libros no de revistas).
Pero como nuestros políticos no se plantean el cumplir, ni quitar sueldos, ni personal puesto a dedo, ni administraciones que no tienen competencias, ni coches oficiales, ni subvenciones a partidos y sindicatos, de lo demás ni siquiera vamos a hablar.
Varias personas me han escrito para decirme que en el Intermedio de ayer, lunes, les dieron caña por lo de los Juegos Olímpicos y que fue sin piedad. Voy a ver si después lo veo a la carta, porque ayer no tuve tiempo, aunque como hay pachangada de fútbol, solteros de España, casados de Chile o algo así, igual miro eso.
Mientras tanto la gente ya se va marchando de Pereña, como lo haran mañana de las zonas de playa en Catalunya, ya que empiezan los coles y hay que estar en la Ciudad.
Mis lechugas siguen creciendo y como recuerdo de la fiesta de Pereña y de los talleres que se hicieron mientras había un poco de dinero en el pueblo, un guernika de Picasso, tallado en madera, símbolo de la Paz Universal.
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