miércoles, 29 de enero de 2014

MEMORIAS DE UN PARADO CCCXXXVI - Rebajas -





Esta mañana apareció soleado, con algunos pequeños rastros de nubes y un mar medio revuelto.
El temporal en el mediterráneo es como un temporal del cantábrico, pero en escala muy pequeña y flojucho, como si no hubiera desayunado lo suficiente y apenas tuviera fuerza para agitar las olas.

Blanquita anda muy resfriada, de nuevo supongo que será cosa de mis nietos, que andan medio medio y como niños que son, sus virus atacan a los mayores de forma inusitada.

Ayer, como mi madre me ayudó un poco y yo renuncio a todo para el bienestar de mis nietos, ante la cercanía se San Valentín, tenían en Caprabo unos pasteles de chocolate, llenos de lacasitos, con el que disfrutaron la merienda. Nos costó 2 euros y sirvió para que una sonrisa se dibujara en el rostro de los niños, lo cual a mi ya me vale y me colma de felicidad.

Y es que cuando uno no tiene recursos económicos y hay que vivir de la ayuda y caridad de los demás, pues se debe mirar todo.

Mi madre me dió dinero para comprarme algo de ropa, pero como ese dinero se puede utilizar de mil maneras, intenté ahorrar en la compra para que me quedara algo.

Ella me dijo que fuera a una tienda que hay en Virrey Amat, que es donde ella compra la ropa, pero claro, ella tiene 87 años y sus gustos pues son de otra época.

La tienda se llama Mariano Gracia y no dista mucho de aquellas tiendas de toda la vida que hay en Mansilla de las Mulas o en Vitigudino. Modelos parecidos de la misma época.

Pedí un pantalón tejano, creyendo que usaba la talla 44. La señora, que no entiendo porqué no está jubilada, dijo que tenía que cerciorarse y me midió con el metro asegurando que usaba la 46. Yo le insistí en la 44, me la probé y no me gustó ni el precio de 28 euros ni el corte, ya que parecía el que usan los señores mayores de Pereña cuando van al huerto.

Total que le dije que no y en eso hablé con Blanquita y me dijo que era la talla 42 la que usaba, por lo que me di cuenta, que la buena señora no tenía ni idea y que mejor estaría cuidando a sus bisnietos.

Seguí bajando por Fabra y Puig y vi que el centro comercial de Can Dragó estaba a un tiro de piedra, por lo que me acerqué hasta allí y en Pull&Bear me compré un tejano de esos muy gastados, pero muy fashion que me costó 9,99€, después de rebuscar entre las montoneras que había allí y de que un dependiente me dijera que no había otra manera de hacerlo.

Como me sobraba dinero pues, por si tengo que ir a algún lado, me permití entrar en "equivalenza" que es una franquicia en la que venden colonia de imitación a 7 euros el frasco, pero si lo llevas, te cuesta menos. Nadie regala duros a cuatro pesetas, pero esas imitaciones no estan mal conseguidas y si en vez de echarte una vez, te tienes que echar dos, pues no te has gastado los 60 euros que por lo bajini cuesta una colonia de marca.

Después en Vilanova me compré una cazadora por 15 euros. Y es que no tengo mucha ropa porque entre que en Venilia mi jefe después de los mil insultos, casi me arrebata la vida, haciéndome perder 20 kg, en un mes y después la situación de paro y desesperación me ha hecho perder 10 mas, ahora uso 5 tallas menos y bajando.

Mi situación económica pues me hace que estos días de rebajas y la ayuda de mi madre, sean una oportunidad para comprarme alguna cosa de mi talla.

La solución, por ahora anda lejos, mas que cuando incomodas a algún ministro como De Guindos, te echa a tomar por culo y se queda tan ancho.

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