Esta mañana hace un sol espléndido en Calafell, una ligera brisa fresca y un mar bastante en calma.
Estamos en esa época que en las zonas mas frías del interior hay una temperatura mas alta durante el día, que la que hay al lado del mar, el cual actúa como una batería. Se carga de calor durante los meses de verano y mas horas de sol, pero en estos momentos, después de pasar el invierno, el agua está fría y la brisa fresca se nota en la costa.
Ayer estuve viendo la Champions (la tele siempre consuela a los pobres) y habrá que apoyar al Atlético de Madrid, ya que tenemos al Barça en caída libre y sin paracaídas. Desde luego están donde están con todo merecimiento y al equipo que le toquen los colchoneros en el sorteo va a sufrir, de no ser que tengan un día tonto.
No se si todavía anda la familia Gil por el medio, pero a un equipo histórico ya le tocaba salir adelante, después del troglodita de Jesús Gil y Gil que utilizaba la frase de "yo e Imperioso". Este último era su caballo y no se sabía quien era mas bestia, puesto que se ponía el delante siempre.
Al estilo de Calígula, solo le faltó nombrar al equino, alcalde de Marbella. Seguro que sus acólitos lo hubieran votado sin dudarlo.
Ahora resulta que Crimea, que está en el culo del mundo, mas allá del estrecho del Bósforo, por lo tanto fuera de Europa y de lo que políticos y tertulianos llaman "mundo civilizado", ha declarado la independencia de su territorio y no pasa nada, pero si lo hace Catalunya hay que meter a Mas en la cárcel, enviar los tanques, los ejércitos, los GEOS y a Pocoyó para pararlo. Es que se nos va la pinza bastante.
Pero lo que no entiendo tampoco es lo de los ucranianos. Los que hay en Calafell están sin trabajo puesto que la construcción se acabó y las esposas de los ucranianos, osea las ucranianas, intentan ganarse la vida dando clases de ruso a los comerciantes que creen que les va a caer el maná de Moisés en forma de turistas eslavos con mucha pasta que van a acabar con los bolsos fashion de la tienda y con todos los apartamentos que quedan por vender.
En Barcelona o Zamora es mejor todavía. Resulta que en mi barrio, donde me crié, pues ahora hay muchas personas mayores, de esas que hablan con todo el mundo. En Zamora, mi tía hace lo mismo, pordiosero o limosnero que ve, allí va a preguntarse como se llama, que hace, de donde es y todo eso.
Bueno, pues resulta que tanto en un sitio como en el otro los que están pidiendo en la puerta de Mercadona son ucranianos ¿para eso quieren ser europeos?, ¿ese es el concepto de trabajo y de tierra prometida que tienen?.
Me recuerda una vez, cuando todavía podíamos viajar, que fuimos a una boda a Madrid y había una manifestación para la legalización del porro y algunas reivindicaciones mas. Digo yo que no tiene nada que ver querer fumar porros con meterse debajo de la ducha. La cuestión es que allí estaban reunidos lo mejor de cada casa, con un aspecto bastante deplorable.
Yo me quedé un poco retrasado y Blanquita iba mas adelantada, cuando la veo hablando con unas señoras que se estaban disulpando con ella. Como yo llegué mas tarde estaba ignorante de lo que pasaba, pero la cuestión es que la señora, con su hija dijo: "que desastre de manifestación, ¿porqué lo tienen que hacer en Madrid y no se manifiestan en Barcelona?" y Blanquita que las oyó les contesta: "Oiga que yo soy de Barcelona y nosotros allí no los queremos".
Claro, la señora, lo que menos pensaba era que le iban a contestar eso, por lo que se deshacía en disculpas diciendo: "perdone, perdone, he diho Barcelona, como podía haber dicho Logroño".
Lógicamente, cuando me lo contó es que me partía de la risa y mi suegro, al que le gustaban mucho ese tipo de anécdotas siempre se acordaba de la ocurrencia de Blanquita.
Pues bueno, eso, que los ucranianos no creo que tengan un futuro mejor pidiendo en las puertas de Mercadona, aunque los demás tal y como están las cosas, tampoco.
Hay un foro de empleo en el que participo en el que hablan de tirar billetes de 50€ al aire para que el que lo pille sea el que obtiene el empleo, del juego de la silla y de mil humillaciones mas que se producen cada día en las entrevistas. Osea que tampoco vamos a ninguna parte.
Estamos en esa época que en las zonas mas frías del interior hay una temperatura mas alta durante el día, que la que hay al lado del mar, el cual actúa como una batería. Se carga de calor durante los meses de verano y mas horas de sol, pero en estos momentos, después de pasar el invierno, el agua está fría y la brisa fresca se nota en la costa.
Ayer estuve viendo la Champions (la tele siempre consuela a los pobres) y habrá que apoyar al Atlético de Madrid, ya que tenemos al Barça en caída libre y sin paracaídas. Desde luego están donde están con todo merecimiento y al equipo que le toquen los colchoneros en el sorteo va a sufrir, de no ser que tengan un día tonto.
No se si todavía anda la familia Gil por el medio, pero a un equipo histórico ya le tocaba salir adelante, después del troglodita de Jesús Gil y Gil que utilizaba la frase de "yo e Imperioso". Este último era su caballo y no se sabía quien era mas bestia, puesto que se ponía el delante siempre.
Al estilo de Calígula, solo le faltó nombrar al equino, alcalde de Marbella. Seguro que sus acólitos lo hubieran votado sin dudarlo.
Ahora resulta que Crimea, que está en el culo del mundo, mas allá del estrecho del Bósforo, por lo tanto fuera de Europa y de lo que políticos y tertulianos llaman "mundo civilizado", ha declarado la independencia de su territorio y no pasa nada, pero si lo hace Catalunya hay que meter a Mas en la cárcel, enviar los tanques, los ejércitos, los GEOS y a Pocoyó para pararlo. Es que se nos va la pinza bastante.
Pero lo que no entiendo tampoco es lo de los ucranianos. Los que hay en Calafell están sin trabajo puesto que la construcción se acabó y las esposas de los ucranianos, osea las ucranianas, intentan ganarse la vida dando clases de ruso a los comerciantes que creen que les va a caer el maná de Moisés en forma de turistas eslavos con mucha pasta que van a acabar con los bolsos fashion de la tienda y con todos los apartamentos que quedan por vender.
En Barcelona o Zamora es mejor todavía. Resulta que en mi barrio, donde me crié, pues ahora hay muchas personas mayores, de esas que hablan con todo el mundo. En Zamora, mi tía hace lo mismo, pordiosero o limosnero que ve, allí va a preguntarse como se llama, que hace, de donde es y todo eso.
Bueno, pues resulta que tanto en un sitio como en el otro los que están pidiendo en la puerta de Mercadona son ucranianos ¿para eso quieren ser europeos?, ¿ese es el concepto de trabajo y de tierra prometida que tienen?.
Me recuerda una vez, cuando todavía podíamos viajar, que fuimos a una boda a Madrid y había una manifestación para la legalización del porro y algunas reivindicaciones mas. Digo yo que no tiene nada que ver querer fumar porros con meterse debajo de la ducha. La cuestión es que allí estaban reunidos lo mejor de cada casa, con un aspecto bastante deplorable.
Yo me quedé un poco retrasado y Blanquita iba mas adelantada, cuando la veo hablando con unas señoras que se estaban disulpando con ella. Como yo llegué mas tarde estaba ignorante de lo que pasaba, pero la cuestión es que la señora, con su hija dijo: "que desastre de manifestación, ¿porqué lo tienen que hacer en Madrid y no se manifiestan en Barcelona?" y Blanquita que las oyó les contesta: "Oiga que yo soy de Barcelona y nosotros allí no los queremos".
Claro, la señora, lo que menos pensaba era que le iban a contestar eso, por lo que se deshacía en disculpas diciendo: "perdone, perdone, he diho Barcelona, como podía haber dicho Logroño".
Lógicamente, cuando me lo contó es que me partía de la risa y mi suegro, al que le gustaban mucho ese tipo de anécdotas siempre se acordaba de la ocurrencia de Blanquita.
Pues bueno, eso, que los ucranianos no creo que tengan un futuro mejor pidiendo en las puertas de Mercadona, aunque los demás tal y como están las cosas, tampoco.
Hay un foro de empleo en el que participo en el que hablan de tirar billetes de 50€ al aire para que el que lo pille sea el que obtiene el empleo, del juego de la silla y de mil humillaciones mas que se producen cada día en las entrevistas. Osea que tampoco vamos a ninguna parte.
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