viernes, 21 de marzo de 2014

MEMORIAS DE UN PARADO CCCLXVII - Viernes -

Hoy sigue haciendo muy buen día. El mar estaba como para caminar por encima, de lo llano que estaba.

Ayer me acosté tarde porque me costaba conciliar el sueño. Demasiadas preocupaciones, sobre todo cuando van llegando los recibos y no sabes como vas a hacer para pagarlos. Menos mal que en Catalunya ya no nos van a cortar los suministros. Por lo menos será el alivio para muchas familias en este tema de la pobreza energética. Panda de chorizos, que incluso trabajando, como ocurre en muchos casos, no se pueda llegar a fin de mes.

Y luego, el problema con mi padre. Ayer se cayó. Parece ser que por un desvanecimiento. La cuestión es que está escayolado en la parte del brazo y la muñeca y está enfadado con el mundo entero.

Mientras tanto, pues ya, buscando residencias, porque con el tiempo de espera que hay en Barcelona para todo, los plazos se van agotando, debido al avance de la enfermedad.

En un principio pensamos en una residencia de día. Esa fase ya pasó.

Ahora, en un centro sociosanitario para que lo estabilicen, que me parece que también ha pasado y ahora solo se puede pensar en su ingreso.

Las colas para una plaza pública o concertada son interminables y eso que mucha gente está sacando al abuelo de los centros para que todos puedan vivir con su pensión.

Es el signo de los tiempos, las carencias económicas y las necesidades de las personas han acabado con el estado del bienestar, para casi todos, con la excepción de los políticos, que siguen viviendo en su burbuja y esa si que somos incapaces de pincharla.

Luego, volvemos a lo mismo. Los diferentes reinos de taifas que han producido desigualdades, de acuerdo con la Comunidad Autónoma en la que vivas.

Una Residencia en Barcelona está cerca de los dos mil euros, mientras que en otras zonas de España está cercana a los 800 euros. Nos gusta vivir en enjambres y los poderes públicos han facilitado que en las grandes ciudades, haya mas servicios, pero también mas demanda de los mismos, por lo que nos encontramos colapsados.




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