Hoy es el primer día que me he atrevido a salir sin la cazadora. Hace muy bueno, un mar liso y se nota la actividad de las personas que vienen a arreglar el apartamento o los hoteles y negocios que hacen lo propio.
Por la parte de atrás de casa de mi hijo hay un hotel que tenían unos jardines e instalaciones medio abandonadas y parece que lo están remodelando todo. Pintaron y arreglaron un frontón y lo que están haciendo al lado, tiene toda la pinta de ser una pista de "paddle". Como vienen tantos madrileños en busca de sol y playa, debe de ser para que se sientan como en casa.
Hay que renovarse, "reinventarse" que parece ser la palabra de moda. Si en otros tiempos los lugares de playa eran justamente eso, playa, servicios caros, comida cara y mala, mosquitos y camareros con poca profesionalidad, ahora para ganarse al Cliente hay que hacer todo lo contrario, ajustando precios y ofreciendo, por lo mismo, muchos mas servicios. Mas ahora que las casas rurales pasaron su época y no están muy de moda.
De todas maneras, lo que se lleva este año, como los que llevamos de crisis, es ir a casa de los padres al pueblo o al apartamento de la familia en la playa, por mucho que digan por la televisión, que las reservas de ocupación están en el 90%. Claro, de alguna manera hay que animar esto y si dicen que todo es una porquería y que no va a haber nadie, la gente se desanima.
Es lógico que en Sevilla o Zamora, por Semana Santa esté lleno, pero eso de que otros destinos también estén saturados, no me hace mas que reir.
Ayer estuve viendo a Ada Colau en el Chester de Risto Mejide. Quisieron hacer lo mismo que con Pilar Manjón y dijeron de ella que ganaba sueldazos de la extrema izquierda, siendo una profesional de la agitación, que tenía no se cuantos pisos y algunas animaladas mas. Los titulares mas escandalosos, por supuesto que venían del periódico La Razón, al servicio de una ultraderecha que intenta hacernos creer a toda costa que vivimos en el país de las maravillas.
Ayer, mi padre tampoco tuvo su día, pero ya nos imaginábamos que esto sucedería en un momento u otro. La rutina ya le empieza a cansar, quería irse a su casa, suponiendo que sabía donde estaba y mi madre empieza a notar el vacío de su presencia. Tenemos que empezar a ser fuertes con todo esto y la época de paz que hemos pasado desde su ingreso, darnos cuenta, que se trataba únicamente de un espejismo.
Por la parte de atrás de casa de mi hijo hay un hotel que tenían unos jardines e instalaciones medio abandonadas y parece que lo están remodelando todo. Pintaron y arreglaron un frontón y lo que están haciendo al lado, tiene toda la pinta de ser una pista de "paddle". Como vienen tantos madrileños en busca de sol y playa, debe de ser para que se sientan como en casa.
Hay que renovarse, "reinventarse" que parece ser la palabra de moda. Si en otros tiempos los lugares de playa eran justamente eso, playa, servicios caros, comida cara y mala, mosquitos y camareros con poca profesionalidad, ahora para ganarse al Cliente hay que hacer todo lo contrario, ajustando precios y ofreciendo, por lo mismo, muchos mas servicios. Mas ahora que las casas rurales pasaron su época y no están muy de moda.
De todas maneras, lo que se lleva este año, como los que llevamos de crisis, es ir a casa de los padres al pueblo o al apartamento de la familia en la playa, por mucho que digan por la televisión, que las reservas de ocupación están en el 90%. Claro, de alguna manera hay que animar esto y si dicen que todo es una porquería y que no va a haber nadie, la gente se desanima.
Es lógico que en Sevilla o Zamora, por Semana Santa esté lleno, pero eso de que otros destinos también estén saturados, no me hace mas que reir.
Ayer estuve viendo a Ada Colau en el Chester de Risto Mejide. Quisieron hacer lo mismo que con Pilar Manjón y dijeron de ella que ganaba sueldazos de la extrema izquierda, siendo una profesional de la agitación, que tenía no se cuantos pisos y algunas animaladas mas. Los titulares mas escandalosos, por supuesto que venían del periódico La Razón, al servicio de una ultraderecha que intenta hacernos creer a toda costa que vivimos en el país de las maravillas.
Ayer, mi padre tampoco tuvo su día, pero ya nos imaginábamos que esto sucedería en un momento u otro. La rutina ya le empieza a cansar, quería irse a su casa, suponiendo que sabía donde estaba y mi madre empieza a notar el vacío de su presencia. Tenemos que empezar a ser fuertes con todo esto y la época de paz que hemos pasado desde su ingreso, darnos cuenta, que se trataba únicamente de un espejismo.
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