Hoy hace fresquito, aunque esta mañana en casa había 22ºC, una temperatura agradable.
Es viernes y cada vez mas, parece un día inhabil en el que no llama nadie, por lo que esperaremos a la semana que viene, a ver si de una vez por todas, llega una buena noticia, que después de toda una semana de sufrimiento, ya me toca.
Con eso de que dicen que la macroeconomía va bien, pero que a las familias tardarán en llegar los resultados, deberíamos creer en que esto se pueda animar o al menos que los empresarios se lo crean y empiecen a contratar.
Ahora andan, con los decimales del crecimiento del PIB, para intentar averiguar con que cifra se empieza a crear empleo, pero lo de la deflación parece un problema grave que lo va a retrasar.
Lo que tiene este indicador de la deflación es que como dicen que los precios bajan, las familias no consumen, a la espera de que los precios bajen mas, pero las amas de casa no tienen tan claro eso de que los precios bajan, por lo menos en la cesta de la compra, ya que ir al super, parece cada día mas una aventura.
Y es que estamos en campaña electoral y las promesas son fáciles de hacer, pero muy difíciles de cumplir. Los grandes partidos políticos se encuentran muy preocupados con el tema de la abstención, que si ya de por si es alta, en los comicios europeos mucho mas, puesto que los ciudadanos no entendemos demasiado cuales son las funciones del Parlamento Europeo o ni siquiera si sirve para algo, mas que para mantener a una serie de personas, trabajando 3 días al mes y cobrando sueldos de escándalo.
Además deberíamos preguntarnos a que partido europeo se van a adscribir esas formaciones o personas que aparecen como setas en otoño, aprovechando la decadencia del sistema.
Podemos, Vox o el partido por el que se presente Elpidio Silva, seguro que a la hora de la verdad, buscarán el cobijo de otras formaciones europeas.
Yo por mas que analizo la situación, por ahora gana la de quedarme en casa, puesto que entre la corrupción, el desencanto y la incapacidad de solucionar mis problemas, que tienen las formaciones políticas, no encuentro ninguna lista que sea de mi agrado.
Esto es como la selección para un puesto de trabajo. No se trata de elegir al menos malo, sino al que realmente lleve a la excelencia.
Es viernes y cada vez mas, parece un día inhabil en el que no llama nadie, por lo que esperaremos a la semana que viene, a ver si de una vez por todas, llega una buena noticia, que después de toda una semana de sufrimiento, ya me toca.
Con eso de que dicen que la macroeconomía va bien, pero que a las familias tardarán en llegar los resultados, deberíamos creer en que esto se pueda animar o al menos que los empresarios se lo crean y empiecen a contratar.
Ahora andan, con los decimales del crecimiento del PIB, para intentar averiguar con que cifra se empieza a crear empleo, pero lo de la deflación parece un problema grave que lo va a retrasar.
Lo que tiene este indicador de la deflación es que como dicen que los precios bajan, las familias no consumen, a la espera de que los precios bajen mas, pero las amas de casa no tienen tan claro eso de que los precios bajan, por lo menos en la cesta de la compra, ya que ir al super, parece cada día mas una aventura.
Y es que estamos en campaña electoral y las promesas son fáciles de hacer, pero muy difíciles de cumplir. Los grandes partidos políticos se encuentran muy preocupados con el tema de la abstención, que si ya de por si es alta, en los comicios europeos mucho mas, puesto que los ciudadanos no entendemos demasiado cuales son las funciones del Parlamento Europeo o ni siquiera si sirve para algo, mas que para mantener a una serie de personas, trabajando 3 días al mes y cobrando sueldos de escándalo.
Además deberíamos preguntarnos a que partido europeo se van a adscribir esas formaciones o personas que aparecen como setas en otoño, aprovechando la decadencia del sistema.
Podemos, Vox o el partido por el que se presente Elpidio Silva, seguro que a la hora de la verdad, buscarán el cobijo de otras formaciones europeas.
Yo por mas que analizo la situación, por ahora gana la de quedarme en casa, puesto que entre la corrupción, el desencanto y la incapacidad de solucionar mis problemas, que tienen las formaciones políticas, no encuentro ninguna lista que sea de mi agrado.
Esto es como la selección para un puesto de trabajo. No se trata de elegir al menos malo, sino al que realmente lleve a la excelencia.
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