Esta mañana luce el sol en Calafell, con una temperatura de
24,4ºC, desde mi terraza. Todavía no he salido de casa, sino que estoy
escribiendo a mano para luego pasarlo a mi blog.
Lo cierto es que tengo una letra penosa, por la falta de
costumbre de escribir a mano. Con la de cuadernos de caligrafía que me tuve que
tragar con los Hermanos de la Salle y la de collejas que nos daban por no hacer
la itálica o la germana de forma correcta. ¿Ven?, no sirvió para nada tanto
esfuerzo, porque en estos momentos no me entiendo la letra ni yo mismo.
Sigue esto de León y cada vez mas líado. Mis amigos me
envían noticias en forma de: “aquí se rumorea que…” y justo ayer, salía un tal
Paco, tertuliano, diciendo que todo era mentira, que no se creía nada y que la
información de las grandes cadenas estaba dominada por una panda de “frikies”.
Bueno, eso si que es cierto, pero aparte de eso, que significa “no creerse
nada”.
Al tratarse de una política, la sociedad nos está
esquilmando el debate de lo que realmente sucedió.
Los políticos, ninguno, quiere que se investigue en las
alcantarillas del poder, donde, a través de la historia, hemos visto que se
mezclan demasiadas cosas. Sexo, traiciones, odios, asesinatos.
Y ya bastante salpicado está el PP, como para añadir estos sucesos
truculentos a su historial y encima en campaña electoral.
Pero ¿y si no se tratara de nada de todo eso? y únicamente
pensando en la posibilidad de no rehacer la vida, se retroalimentara el odio
como para cometer un asesinato.
Una de las claves que decían ayer era que la chica no tenía
posibilidad de trabajar en León, porque nadie la quería y que el lugar mas
cercano era Navarra.
Yo no veo un drama eso, porque si a mi me llaman para
trabajar en Navarra me voy para allí enseguida.
Pero podemos ir mas allá y pensar que tal y como está la
situación, de no encontrar trabajo, de perderlo todo, del ridículo social en
una Ciudad pequeña, el despido o el mobbing en el trabajo, pueden llevar a una
persona al asesinato.
Yo perdí 20kg, en un mes cuando Mónica y Nacho me hicieron
la vida imposible en Alkor Venilia, sin que nadie de la empresa hiciera nada
para impedirlo, ni siquiera los Delegados Sindicales, que conocían la situación
y que dicen defender al trabajador, pero como yo no soy afiliado, pues pasando
del tema.
La pérdida de una vida humana nunca se justifica, pero ¿y si
hubiera perdido los papeles?. ¿y si mi odio hubiera seguido retroalimentándose
después de que enviaran la empresa al cierre?.
En este mismo blog, si buscais un post que se llama “zanipress”,
podeis ver, en los comentarios, que no
era el único que había sufrido las iras de esta gente, ni el único que ha olvidado.
Cuantas veces se dice: “si yo estuviera en el caso de ser el
padre o la madre de esta víctima de asesinato, violación o cualquier otra
causa, yo voy a la cárcel, pero a ese lo mato”.
Ahora se ha dado el caso de una mujer que mató al violador
de su hija y que a pesar de todos los esfuerzos que han hecho sus abogados, ha
entrado en la cárcel.
Sin embargo el error está en que crees que acabando con una
persona se van a acabar los males, pero los males no se acaban y lo único que
has hecho, es matar a una persona, por lo que lo único que se consigue es acabar con una vida.
Pero, al final, todo sigue y esta tarde me voy con mis hijos a ver el partido de fútbol entre el Barça y el Atlético de Madrid, tomar unas birras y comer unas patatas fritas. Después que gane quien quiera, que a mí no me van a dar nada.
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