martes, 12 de agosto de 2014

MEMORIAS DE UN PARADO CDLXXIII - Robin Williams -

Hoy se me ha hecho tarde y ahora son las 18,58h. Tenemos una temperatura exterior de 26,6ºC en el exterior y 25,0ºC en el interior, con una humedad relativa del 55%.

Y se me ha hecho tarde porque esta mañana he estado con mi madre y mi tía en Vitigudino.
El coche de línea sale a las diez menos cinco de la mañana y regresa teóricamente a las doce y media, pero como hace un recorrido por los pueblos, el conductor da un poco de cancha a las mujeres que quieren ir al mercadillo y regresa entre la una y cuarto y la una y media.

No esta mal el mercadillo, pero en agosto hay aglomeración de gente y yo creo que hay que tener cuidado con los rateros que puedan meter mano en el bolso. Yo tenía que hacer unas gestiones, no de compra y dedicarme a la bolsa, no a la del Ibex 35 sino a cargar las bolsas de la compra que habían hecho las mujeres.

Por la tarde vino un chico profesional electricista a darme su opinión sobre la luz de casa, que se saltaba enseguida. Como es de confianza, al menos se que cuando me arreglen la instalación no me van a engañar, porque en esto, como en la vida, no hay que saber de todo, pero es imprescindible tener el teléfono de quien lo sabe.

Hoy me ha golpeado el corazón la muerte de Robin Williams, que porque si alguien todavía no se ha enterado era actor, no cantante. El cantante es Robbie Williams.

Hay dos películas que no olvidaré jamás: "la señorita Doubtfire" y "Patch Adams". Lo admiraba, además, porque era un gran actor, era una buena persona y no era un mediocre, porque no me gustan los mediocres.

Lo peor de todo es que se lo llevó una depresión que lo condujo al suicidio. No hay derecho que se vayan los mejores y nos vaya quedando lo peor del ser humano.

Esto es lo que a mi me hace creer. No puede ser que esta persona, como otras buenas personas, vayan al mismo sitio que los que son malos y rematadamente malos, los que hacen que los niños no tengan para comer, los que se llevan el dinero de los necesitados o los que provocan tantas calamidades a los seres humanos.

El sacerdote que tenía el ébola también se murió y dado este hecho, quizá tuvieran razón los que abogaban porque hubiera sido tratado en Liberia, antes de proceder a su repatriación, pero quien podía saber que era lo mejor. 

Bueno, todo continúa, por lo que hoy veremos la Supercopa Europea, que ya empieza a haber mono de fútbol y dejaremos que los cauces de la vida sigan.

Esta mañana me llegó este tweet por Whatsapp:


Pero no se si es cierto o se manipuló este otro:


Ninguna de las dos cosas me extraña en absoluto. Ni la ignorancia de nuestro Presidente, ni que lo pudiera borrar ante la metedura de pata o que se lo manipularan (jo, yo no se hacer eso).




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