Es Domingo y desde ayer, que estamos en Zamora, por la mañana hacía bueno, pero por la tarde empezó a llover y no paraba. Hoy ha hecho bueno, aunque está nublado, pero no se ni la temperatura exterior ni la interior y mucho menos la humedad relativa.
Ayer sábado, al mediodía, cuando llegamos, pues dimos una vuelta por el centro, a ver que tal ambiente se palpaba por la Ciudad.
Había un cartel que ponía, imitando un billete con código de barras "soy catalán" y claro, me acerqué a ver que se cocía. Le digo a las dos personas que había allí (uno mayor y otro joven): "yo soy catalán" y de golpe y porrazo el tío me empieza a soltar una perorata en contra de los catalanes, como el Obispo de Alcalá, que abandone la senda del pecado y no me deje llevar por cantos de sirena, que los independentistas están poseídos por el Diablo y poco menos que necesitamos un exorcismo. Que el que se aparte de la senda Constitucional irá al infierno donde será azotado con un látigo de 7 púas por Botín e Isidoro Alvarez, durante toda la eternidad.
Claro, después me fijé que medio escondidos, tenía los folletos y las gorras de UPyD y lógicamente lo primero que les dije es que se arreglaran con Ciutadans que llevan el camino de terminar a tortazos y segundo las palabras de Rosa Díez en La Vanguardia, diciendo que en Catalunya no sabían quien era el enemigo, porque no se había matado a nadie como en el Pais Vasco con ETA. Pero les recuerdo a los mediocres que donde yo vivía en Barcelona está Hipercor y que los catalanes también hemos sufrido la barbarie terrorista.
El tío encima me contesta: "¿Que pasa que para los independentistas La Vanguardia es la biblia?". Yo pensé, que, hombre, mejor que La Razón si que está.
Bueno, me largué ya de una vez, aunque esperé a que soltaran toda la espuma de la boca, pero sin dejar de pensar que en Castilla y León son malos tiempos para los catalanes y que mejor no descubrir tu identidad.
Pero es que incluso gente de los despojos de Izquierda Unida (confirmado, todos se han ido a Podemos), no quieren que les tachen de fachas y apoyan la consulta pero no la independencia.
Bueno, el resto fue disfrutar de una birra con los amigos, ver el Barça y aprovechar a dormir como un tronco, que eso si que es salud.
Mañana volveremos a la lucha, pero hoy tenemos que aprovechar de las bondades de tía Soli, que son muchas.
Ayer sábado, al mediodía, cuando llegamos, pues dimos una vuelta por el centro, a ver que tal ambiente se palpaba por la Ciudad.
Había un cartel que ponía, imitando un billete con código de barras "soy catalán" y claro, me acerqué a ver que se cocía. Le digo a las dos personas que había allí (uno mayor y otro joven): "yo soy catalán" y de golpe y porrazo el tío me empieza a soltar una perorata en contra de los catalanes, como el Obispo de Alcalá, que abandone la senda del pecado y no me deje llevar por cantos de sirena, que los independentistas están poseídos por el Diablo y poco menos que necesitamos un exorcismo. Que el que se aparte de la senda Constitucional irá al infierno donde será azotado con un látigo de 7 púas por Botín e Isidoro Alvarez, durante toda la eternidad.
Claro, después me fijé que medio escondidos, tenía los folletos y las gorras de UPyD y lógicamente lo primero que les dije es que se arreglaran con Ciutadans que llevan el camino de terminar a tortazos y segundo las palabras de Rosa Díez en La Vanguardia, diciendo que en Catalunya no sabían quien era el enemigo, porque no se había matado a nadie como en el Pais Vasco con ETA. Pero les recuerdo a los mediocres que donde yo vivía en Barcelona está Hipercor y que los catalanes también hemos sufrido la barbarie terrorista.
El tío encima me contesta: "¿Que pasa que para los independentistas La Vanguardia es la biblia?". Yo pensé, que, hombre, mejor que La Razón si que está.
Bueno, me largué ya de una vez, aunque esperé a que soltaran toda la espuma de la boca, pero sin dejar de pensar que en Castilla y León son malos tiempos para los catalanes y que mejor no descubrir tu identidad.
Pero es que incluso gente de los despojos de Izquierda Unida (confirmado, todos se han ido a Podemos), no quieren que les tachen de fachas y apoyan la consulta pero no la independencia.
Bueno, el resto fue disfrutar de una birra con los amigos, ver el Barça y aprovechar a dormir como un tronco, que eso si que es salud.
Mañana volveremos a la lucha, pero hoy tenemos que aprovechar de las bondades de tía Soli, que son muchas.
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